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jueves, 5 de mayo de 2022

Gracias a un estudio realizado en Alemania Las complicaciones de las inoculaciones son 40 veces más altas de las denunciadas


Si se dan cuenta, a medida que pasan las semanas el intento por ocultar las reacciones adversas provocadas por las inoculaciones está resultando cada vez más inútil y complicado. Y es que, además de ser imposible ponerle puertas al campo, hay que recordar que desde el primer minuto se nos ha dicho que estos medicamentos eran experimentales y en todo este tiempo no se ha participado en otra cosa que no fuera eso, una experimentación. Ahora se empiezan a publicar los resultados de la misma. Por eso, cada día vamos conociendo algo nuevo y cada vez es mayor el número de medios “oficiales” que se hacen eco de ello.

En este caso, el que ha salido publicado ha sido un estudio realizado en el Hospital Charite de Berlín, dirigido por el profesor Harald Matthes. El estudio ha sido realizado sobre unos 40.000 pacientes inoculados y dejan a la vista varios puntos muy importantes. El estudio “Perfil de seguridad de las vacunas Covid-19” (“ImpfSurv”), que se centra en los efectos y efectos secundarios de las diversas vacunas, ha estado funcionando durante un año. Alrededor de 40.000 personas vacunadas han sido entrevistadas a intervalos regulares en toda Alemania. La participación en el estudio es voluntaria e independiente de cómo funcionen las vacunas en los sujetos.

En el estudio se ha llegado, hasta el momento, a varias conclusiones importantes y muy determinantes. Una de ellas es que el número de complicaciones graves tras las vacunas contra el Sars-CoV-2 es 40 veces superior al registrado previamente por el Instituto Paul Ehrlich (PEI).

Otra de esas conclusiones es que ocho de cada 1000 personas vacunadas sufren efectos secundarios graves. Según el Prof. Dr. Harald Matthes, jefe del estudio, el número no es sorprendente” ya que “corresponde a lo que se sabe de otros países como Suecia, Israel o Canadá. Por cierto, incluso los fabricantes de las vacunas ya habían determinado valores similares en sus estudios”. Y añade que con las vacunas convencionales, como las contra la poliomielitis o el sarampión, el número de efectos secundarios graves es significativamente menor.
Entre esos efectos secundarios, el Dr. Matthes destaca que se han encontrado con “dolor muscular y articular, inflamación del músculo cardíaco, reacciones excesivas del sistema inmunitario y trastornos neurológicos, es decir, deficiencias del sistema nervioso”. Además, ha remarcado que, en función a lo que ha podido deducir, podría decir que hay “alrededor de medio millón de casos con efectos secundarios graves después de las vacunas contra el covid en Alemania” y añade que “los médicos debemos tomar medidas”.

Denuncia, además, que la mayor parte de las víctimas se quejan de que no son tomadas en serio por sus médicos cuando acuden a pedirles ayuda. Y añade que los médicos no asociaban los síntomas con las vacunas porque no estaban preparados para ellos o porque no querían posicionarse en un estado de ánimo político acalorado.
Pero hay otro punto que hemos querido dejar para el final y que se refiere a la posible curación de esos efectos secundarios. El Dr. Matthes ha afirmado que “la mayoría de los efectos secundarios, incluidos los graves, desaparecen después de tres a seis meses, el 80 por ciento se cura. Pero, desafortunadamente, también hay algunos que duran mucho más”.

Y ahora trasladen lo dicho por este profesor a lo que se nos cuenta desde las farmacéuticas, gobiernos y medios de comunicación vendidos porque ese es el tiempo que, precisamente, se nos dice a todos que dura la inmunidad contra el virus que proporcionan las inoculaciones. ¿No les resulta tremendamente “casual” que coincida con el tiempo en el que este doctor nos dice que se curan el 80% de los efectos secundarios que sufren muchas personas? ¿No les resulta sorprendente una coincidencia como esta?

Ahora en serio, una pregunta provocada por el gran hartazgo y cabreo que tenemos con el asunto del veneno experimental y dirigida, principalmente, a esa gentuza que anda loca por pincharnos y que está ganando un dineral por ello: ¿Buscan inmunización o seguir envenenando para que esos efectos secundarios no desaparezcan? Cada día tenemos más claro que este es uno de los mayores crímenes cometidos contra la humanidad en toda su historia.

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