Mientras Biden grita en todos los medios que Putin está “a días” de invadir Ucrania, Bolsonaro no cancelará su viaje a Rusia para negociar un acuerdo comercial con el Kremlin.
El presidente de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, llegará este martes a Moscú en una visita oficial para discutir cuestiones comerciales con Rusia, uno de sus principales destinos de exportaciones a nivel mundial.
Cabe recordar que Brasil es parte del BRICS junto con Rusia, la asociación económica-comercial de las cinco economías emergentes más importantes del mundo, y que ha tenido un impulso hacia el libre comercio desde la llegada de Bolsonaro a Brasilia.
El viaje a Rusia del mandatario brasileño tiene el objetivo de expandir esta asociación, a través de nuevos acuerdos comerciales, que requieren de una negociación mano a mano con figuras como Vladimir Putin, que ha tenido siempre una aversión a reducir las tarifas de importación a su país.
Entre ambos países existe una intensa relación comercial. Por ejemplo, en 2021, Rusia exportó a Brasil productos por un valor de 5.700 millones de dólares, que en el 60 % correspondió a operaciones con fertilizantes. Las exportaciones de Brasil hacia Rusia, en ese mismo año, sumaron 1.590 millones de dólares y estuvieron compuestas, sobre todo, por productos alimenticios.
A pesar del objetivo puramente económico del viaje, la visita a Moscú ha enfurecido al gobierno de Joe Biden, quien considera a Brasil su principal aliado militar estratégico fuera de la OTAN.
Para la Casa Blanca, Bolsonaro no podría haber elegido peor fecha para viajar a Moscú. Incluso, Anthony Blinken, Secretario de Estado norteamericano, presionó al gobierno brasileño la semana pasada para cancelar el viaje, según admitió el vicepresidente Hamilton Mourao la semana pasada en una entrevista.
Estados Unidos está en máxima alerta por una posible invasión rusa a Ucrania, la cual, según inteligencia norteamericana, podría empezar tan temprano como el próximo miércoles 16 de febrero.
Según Washington, la visita manda una señal que Brasil apoya la intención expansionista de Rusia en Europa, algo que Bolsonaro rechazó. “La visita a Moscú había sido pactada a fines del año pasado y responde a una invitación de Putin para hablar de comercio internacional“, explicó Bolsonaro. “No tiene nada que ver con el conflicto en Ucrania“.
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