«El régimen fascista de Assad está
amontonando a activistas y civiles presos en localizaciones militares
que puedan ser objetivo para las fuerzas extranjeras», asegura la Coalición Nacional Siria, la principal plataforma de oposición
en el exilio. A medida que aumentan los preparativos para un ataque
occidental contra el régimen sirio, también se multiplican las
informaciones de que
Residentes de Damasco han asegurado durante los dos últimos días haber visto autobuses llenos de prisioneros sacados de las cárceles
y llevados a instalaciones militares, entre ellas la base militar de
Mezze, considerada uno de los objetivos prioritarios de la intervención
occidental. «El uso de civiles como escudos humanos es una violación de la legislación humanitaria internacional, y los responsables deben ser juzgados por crímenes contra la humanidad», afirma la Coalición Nacional Siria.
Pero no solo los presos de la oposición estarían siendo expuestos a los bombardeos. «Algunos soldados están físicamente encadenados en
habitaciones, y a otros se les ha dado pequeños trabajos alrededor de
la base, pero se les han quitado las armas. No se les ha sacado de la
base», declara a la agencia Reuters un exsoldado que desertó hace apenas
tres meses de una base de artillería del extrarradio de Damasco.