Los hechos sucedieron en la localidad de Bernal,
en la provincia de Buenos Aires, donde residía Pabla Cesarina Monzón
Aldana con la menor, a quien fue a buscar el pasado octubre a Paraguay.
Una vez en Argentina, la mujer puso a trabajar a
la niña para conseguir un dinero extra que ayudara a mantener al resto
de la familia, compuesta por el padre, que está enfermo, y tres hijos
más.
La situación familiar llevó a Pabla Cesarina a
aceptar la propuesta de un vecino de cambiarle a la niña por un
congelador, entre otras mercancías.
El hombre, también de 30 años, se la llevó, abusó
de ella y después la obligó a trabajar en un taller clandestino de
fabricación de ollas de aluminio.
El pasado jueves, la Policía allanó el taller en
el que más menores eran explotados, entre ellos cinco jóvenes de
nacionalidad paraguaya de entre 14 y 17 años. EFE