El testimonio del investigador forense Amarti Rivera Jaime, quien ocupó ambas piezas el día del crimen, se vio interrumpido luego de que el abogado defensa Carlos Rodríguez Cruz reclamara no haber recibido, como parte del descubrimiento de prueba, el “recibo de entrega de evidencia” del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).
El documento, según Rodríguez Cruz, era necesario para corroborar la cadena de custodia, que es un requisito para la admisibilidad de la evidencia.
“De lo que estamos hablando, juez, es de la libertad de este individuo”, dijo el letrado en referencia a López Carrasquillo, mejor conocido como ‘Jeanpeca’ y quien no vestía uniforme de preso, sino mahones y camisa de botones.
La fiscal Carrasquillo argumentó, por su parte, haber entregado el documento en pugna a la defensa, lo que –según ella- quedó evidenciado en un documento judicial. Dijo, además, que la cadena de custodia es solo uno de los mecanismos establecidos por las Reglas de Evidencia para admitir prueba en un juicio.
Tras escuchar a las partes, el juez ordenó que se entregara la hoja a la defensa pues consideraba “innecesario que se tome la alternativa más drástica que es prohibir que se presente el documento”.
Sin embargo, la polémica se extendió cuando –luego de escuchar el interrogatorio y el contrainterrogatorio del investigador forense- el juez admitiera como evidencia el casquillo de bala 9 milímetros por considerar que el testimonio contaba con “garantías de confiabilidad de que esa prueba que se trae es la misma que se recogió en la escena”.
El abogado de defensa expresó reparos al señalar que había una interrupción en los eventos narrados por el testigo.
Rivera Jaime testificó que una vez recogió de la escena el casquillo y las muestras de sangre las selló en unas bolsas plásticas que guardó en su casillero en el ICF.
Dijo desconocer cuánto tiempo después los sacó de allí y los entregó en el área de recibo de evidencia para su análisis. No recordó tampoco el nombre de la persona que recibió la prueba.
Durante gran parte de la jornada, el jurado –compuesto por 11 mujeres y cinco hombres- estuvo fuera de sala por instrucciones del juez.
A López Carrasquillo se le acusa de matar de un disparo en el pecho a Alvarado Martínez durante una fiesta organizada por un grupo de jóvenes en una residencia de la urbanización Hacienda Sabanera, el 29 de junio del año pasado.
El juicio continuará el próximo miércoles, 29 de mayo, con el contrainterrogatorio a Rivera Jaime.