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domingo, 31 de marzo de 2013

TONY VEGA: CANTANTE SALSERO NOS CUENTA SU FE RELIGIOSA

Hace 17 años la vida de Tony Vega cambió. (Suministrada)

El salsero Tony Vega se crío en un hogar que profesaba la fe católica. Estudió en colegios católicos, hizo la Primera Comunión, fue monaguillo y se casó por la Iglesia Católica.
Pero hace 17 años su vida cambió cuando su colega Alex D’ Castro, durante un festejo del Día Nacional de la Salsa, le envió un mensaje que le tocó el corazón y se dio su conversión a la fe evangélica cuando disfrutaba de éxito y fortuna. Sin embargo, ese cambio en su vida estuvo acompañado de pruebas muy duras.
“Alex abrazó a Gilberto Santa Rosa y a mí llorando, nos dijo que quería que conociéramos a un amigo que está en las buenas y en las malas, y que él estaba enamorado de ese hombre. Eso me chocó y Gilberto y yo nos miramos como diciendo ‘aquí hay problemas’. Pero esas palabras se me quedaron en el subconsciente y el domingo siguiente llegué a la iglesia El nuevo testamento en Dorado. Me encontré con una fiesta de 45 panameños que estaban celebrando la campaña Edificando a la familia. Cantaron música cristiana, típica y comienzo a ver a músicos de los bravos de la salsa que subían a tocar y a dar su testimonio, quería brincar de mi asiento. Entonces Alex empezó a improvisar y a hablarme en espíritu... Lo escuchaba decir ‘ese vacío solo lo llena Jesucristo, abre tu corazón. Sentí su llamado, pero dudé, pensé: ahora me van a llamar ‘el aleluya de la salsa’, ‘el pastor que canta’, pero no hice caso y la primera mano que se levantó fue la mía. Eso fue el 17 de marzo del 1996 hasta el sol de hoy”, declaró el intérprete de Si me miras a los ojos.

Dicen que la gente tiene que llegar a una situación crítica para buscar de Dios. ¿Cuál era la tuya?
Ninguna en apariencia. Tenía dos discos de oro y tres de plata, cuatro casas, tres carros, una familia funcional, el reconocimiento de la gente, pero había un vacío. Tenía una casa con muebles de lujo, cuadros de pintores conocidos, pero era un showroom no un hogar. Puedo contar las veces que nos sentamos en aquel juego de sala. En el comedor nunca comimos. El domingo siguiente invité a la iglesia a mi esposa Ángeles y el enemigo se trataba de meter porque ella llevaba cinco años alejada del evangelio, pero pasó al frente y se bautizó en lenguas. Decidió dejar de trabajar como manejadora de Jaileen Cintrón, que era lo que hacía en ese tiempo, y así empezó una promesa que hay en la Biblia que dice: cree en el Señor Jesucristo y serán salvos tú y tu casa. Mis hijos, familiares y amigos se convirtieron.

¿Por qué esa conversión no tocó a Gilberto Santa Rosa si Alex D’ Castro les habló a los dos?
Yo tuve una situación con Gilberto en la que me demostró ser más cristiano que muchos cristianos que conozco porque el don de dar sin recibir nada a cambio lo tienen muy pocos.

¿Cuál fue esa situación?
Después de tener tanto, de la noche a la mañana lo perdí todo. Por tres años no pude grabar, tenía depresión y me la desquitaba con mi instrumento. Fue una prueba y me dieron duro. Me tuve que declarar en quiebra debiéndole al IRS sobre $60 mil, viviendo en una casa alquilada con lo poquito que generaba porque no podía cantar. Todo por un mal contrato con una multinacional. El abogado entendió que era $270 mil por tres discos y era esa cantidad por cada uno de los discos. No podía ni orar, me encerraba a llorar y a cuestionarle a Dios. Cogí dinero prestado, vivía hasta del menudo que a veces uno tira en las gavetas, pero cuando más lo necesitaba alguna persona tocaba a la puerta de mi casa con un cheque o una compra y me decía: ‘el Señor me dijo que le diera esto’ o aparecía en mi cuenta de banco el pago de la casa. Pero lo que más me tocó, fue cuando mi hijo me dijo que su esposa estaba embarazada y que los médicos le habían recomendado que abortara porque el nene venía con espina bífida. Mi hijo me dijo: ‘soy cristiano y no le voy a preguntar a Dios la razón sino el propósito’. La operación para arreglarle el problema costaba $350 mil y yo no tenía un centavo.

¿Cómo llega la ayuda de Santa Rosa?
Gilberto había escuchado la noticia de que se había abierto una cuenta de banco para recoger fondos para el nene y me llamó para colaborar. Le indiqué que ya se había solucionado porque la farmacia donde trabaja mi hijo cubrió los gastos. Pero le dije a Gilberto que si quería le daba mi cuenta porque estaba como Edgardo Díaz, viviendo de Menudo. A las 8:00 a.m. del otro día recibí un fax con 14 actividades notificándome que me llevaba de artista invitado. Me ayudó y me dio ánimo. Ese es mi hermanito y aunque no haya dado el paso tiene un corazón cristiano. A mi nuera la operaron a las 27 semanas de gestación y mi nieto, que ahora tiene 10 años, se encuentra en perfectas condiciones.

La gente tiende a presumir que porque un artista se entrega a la religión es para dejar alguna adicción o para hacer un negocio de la fe. ¿Ha sido ese tu caso?
Me sentí criticado de ambos sectores. Cuando pasé por el problema mis compañeros seculares me decían que eso me había pasado por meterme a aleluya, y algunos pastores cuestionaban públicamente que cómo podía ser cristiano si el domingo por la noche estaba tocando en una barra. Pero lo que no saben es que yo me meto a esos lugares y digo vamos a darle un aplauso al rey de reyes y lo hacen, se mete a hacerlo alguno de estos pastores y los sacan a patadas. Y antes me metía cuatro cervezas y bailaba un mes, a mí nunca me han gustado las drogas, lo que me daba era el traguito.

¿Cómo ha sido tu matrimonio con Ángeles?
Llevo 41 años con mi esposa, aunque somos polos opuestos, yo soy el charlatán y ella la seria. No la cambio por nada del mundo porque ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Además, me dio a mis hijos Ricardo Antonio, de 36 años, y Javier Antonio, de 33.

¿Y la llegada de tu hija Ashley Nicole de 15 años?
Si la hubiésemos parido no se parecería tanto a nosotros. Ama al Señor, toca guitarra, canta hermosísimo en los cultos. Esa nena llegó a nuestras vidas con seis meses un día de Nochebuena. El sobrino de mi esposa, que tiene dos nenas de dos mamás distintas y lo único que hizo por ellas fue darles el apellido, había dejado a Nicole en la casa de la mamá donde estábamos. Me volví loco con la nena y cuando se la fui a llevar a su mamá en un barrio de San Juan no estaba, y su hermana nos dijo que le iba a avisar cuando llegara. Nos la llevamos y no la fue a buscar. No pasó un año cuando ya la habíamos adoptado. La mamá nos la dio, según dijo, buscando el bienestar para la nena porque ella tenía tres varones”.

¿Cómo fue tu niñez?
Somos cuatro hermanos (tres varones y una hembra) y nunca hice deportes. A los 12 años le pedí a mis papás una conga y me acuerdo que Pijuan fue con papi (Eladio Vega) a comprarla, me volví loco. Por parte de mami (Gladys Ayala) son intérpretes de música típica. Mi viejita era mi fanática número uno. En su lecho de muerte mami me jaló y me pidió que no permitiera que la volvieran a entubar. El cardiólogo peleó conmigo y como ella estaba en sus cabales lo tuvieron que aceptar. Mami era católica y papi se había hecho evangélico ya. Cuando estaba en las últimas le pedí a Dios que antes de que se fuera mi madre se entregara al Señor y cuando se iba a ir me dijo ‘papi no te preocupes que yo sé pa‘ dónde voy, a mí me han venido a ver ángeles aquí’. Yo quería decirle te amo y nunca pude, pero ella sabe lo mucho que la amé.

¿Tampoco les decías a tus hijos que los amabas?
No, porque casi todos los hombres tenemos una visión distorsionada del rol de papá, poco comunicativo y maltratante. En una de esas dinámicas que tenía como líder de los hombres en la iglesia de West Palm Beach estaban mis hijos, canté y frente a todos esos caballeros les declaré a mis hijos que ellos son la luz de mis ojos y que todo lo que hago es para ellos, que me perdonarán por no decirles te amo en tantos años. Los tipos corrieron al púlpito a moco tendido y nos abrazamos.

¿Cómo ha sido mudarte a Alabama?
La transición ha sido hermosa. Hace varios meses que nos mudamos y mis hijos también, fui una semana para dar testimonio y me gustó. Llevé a mi esposa para que viera el área y le pedí a Dios que me diera luz. Vi una casa en el cucurucho de la montaña y le dije al realtor que la quería ver y cuando abrimos la puerta nos encontramos con lo que siempre habíamos deseado, una casa de siete cuartos, seis baños y medio, chimeneas en cada cuarto, teatro en el tercer piso, y solo costó $260 mil. En seis meses era mía. Se llama Casa Adoración, ahí vivimos y abrimos una iglesia. Los sábados por la noche sacamos todos los muebles, ponemos las sillas, el reflector, el púlpito, y mi hijo mayor pastorea la obra.

Háblanos de tu nuevo sencillo Para querernos.
Hace tiempo que no grababa nada secular y me entró un cosquilleo. Me llamó Omar Alfano para decirme que me tenía una canción. Entonces llamé a Humberto Ramírez que fue mi primer director musical, esa fue mi fórmula original en el 1988, y estamos animados para hacer una gira. El tema habla de un hombre que le pide a su mujer que deje a un lado el rencor que siente por él. Que lo único que tienen que hacer es amarse y ya. Es salsa bailable y estoy bien content.