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martes, 8 de enero de 2013

Las jirafas no son tan amables como se cree


Son los animales más altos del mundo y también se reconocen al instante por sus piernas larguiruchas, sus lenguas serpenteantes y sus manchas características.
Pero todavía sabemos relativamente poco sobre el comportamiento de las jirafas, esos supuestos "gigantes amables".
Imágenes grabadas para una nueva serie de historia natural, África, producida en conjunto por la BBC y Discovery, revelan un aspecto brutal y poco conocido de las vidas de estos animales.
Unas jirafas macho fueron grabadas mientras peleaban de manera agresiva, literalmente enfrentándose hasta que sólo una de las jirafas queda en pie.
Además, una investigación publicada recientemente también muestra que las jirafas hembras crean vínculos cercanos, previamente no identificados, con un grupo selecto de compañeras.
Así, no sólo hacen "amigas" sino que también evitan a otras hembras con las que no se la llevan tan bien.
Las estructuras parecidas a los cuernos pueden causar heridas, pero las peleas rara vez se tornan tan serias.

Los estudios científicos sobre las jirafas se enfocan frecuentemente en sus aspectos más conocidos: cuán rápido pueden desplazarse, cuán alto pueden llegar con sus largas piernas, la fortaleza de sus cuellos o sus colores.
Pero en años recientes, los biólogos han enfocado su atención en las relaciones entre los animales.
Aunque su estatura los puede hacer muy visibles, se necesita un experto para encontrar jirafas en un desierto.
El hogar de estos animales se extiende por unos 260 kilómetros cuadrados mientras buscan acacias en terrenos con vegetación escasa.
"Esperamos cuatro semanas para lograr 60 segundos de pelea", dice el camarógrafo de la serie África Martyn Colbeck, quien describió la secuencia que grabó como "impactante".
El equipo de producción se estableció en el río Hoanib, en el extremo noroccidental de Namibia, con el objetivo de grabar el comportamiento natural.
"Paul (el guía y conductor) y yo sabíamos dónde estar para tener la mejor oportunidad de filmar la mayor cantidad de jirafas en la mejor ubicación", le dijo Colbeck a BBC Nature.
"También sabíamos que tendríamos que seguirlas todo el día, todos los días para poder ver una pelea".
El "momento de suerte" del equipo llegó gracias a una jirafa en celo, que mostraba su disposición para aparearse con cualquier macho en la zona.
Dos machos compitieron por su atención. La rivalidad pronto aumentó y se convirtió en una pelea física.
"Paul y yo hemos visto muchos comportamientos interesantes de animales en los desiertos remotos de Namibia, pero ninguno de los dos había visto algo como esta pelea. Y sospecho que es poco probable que lo veamos de nuevo".

Ganadores y perdedores
Una jirafa vieja y otra joven pelearon para ganar el derecho de aparearse.
Colbeck agregó, en diálogo con la BBC, que la pelea surgió de la nada.
Los dos aspirantes eran un macho viejo y otro joven, que esperaban ganarse el derecho de apareamiento.
"De repente el contendiente apareció tras un meandro e inmediatamente retó al macho dominante de la manera más brutal", dijo Colbeck.
En una pelea de jirafas, los machos se ubican uno al lado del otro, empujándose para determinar cuál es el más fuerte y se intercambian golpes con sus cuellos poderosos y musculosos.
Las estructuras parecidas a cuernos sobre las cabezas de las jirafas pueden causar heridas pero, según los expertos, las peleas rara vez se vuelven tan serias.
"Normalmente las jirafas se evalúan y luego de una corta confrontación y unos cuantos giros se acaba la diversión", dice Julian Fennessy, de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, con base en Reino Unido y Namibia.
Las peleas serias frecuentemente terminan con que el macho subordinado se retira, explica el experto.
Sin embargo, resalta que a veces puede terminar en la muerte de uno de los dos animales.
En este caso, el perdedor sólo quedó con la cabeza golpeada tras recibir un nocaut.
Fennessy le dijo a BBC Nature que estas grabaciones pueden ayudar a los investigadores a entender más un comportamiento tan pocas veces visto.
"Recién ahora estamos empezando a aprender más y más sobre el comportamiento de las jirafas. La investigación sobre esta especie icónica está en sus fases iniciales", dijo.

Amistades
Este instinto de competencia hace que las jirafas macho sean naturalmente antisociales. Pero las jirafas hembra sí tienen relaciones cercanas con otras de su especie, de acuerdo con un estudio que apareció recientemente en la publicación Animal Behaviour.
Estudios anteriores sobre las sociedades de jirafas sugirieron que los grupos no tenían estructura. Pero investigaciones más recientes hallaron que los animales tienen una dinámica similar a la de los chimpancés, los monos araña y las hienas manchadas.
En las disputas se intercambian golpes con sus cuellos poderosos y musculosos.
Los científicos identificaron que estos animales se asocian de manera temporal, lo que resulta en grupos cuyos tamaños fluctúan.
Para entender más sobre estas alianzas cortas, los investigadores observaron a los animales en el Parque Nacional Etosha, en Namibia.
El equipo, de la universidad de Queensland, en Australia, pudo identificar a los animales por sus manchas únicas.
Hallaron que las hembras escogen los miembros de un grupo con los que se asocian y otros a quienes evitan a propósito.
De acuerdo con los biólogos, este comportamiento podría ser el resultado de fuentes comunes de alimento y encuentros frecuentes entre animales.
O puede ser que las jirafas hembras se reconozcan de cuando eran jóvenes y vivían en "guarderías", que han sido ampliamente documentadas en la vida silvestre, según el informe de los científicos.
Sin embargo, los machos son bestias mucho más solitarias y escogen desplazarse solos apenas alcanzan la madurez.
Si hay pocas oportunidades de apareamiento, algunos estudios sugieren que las jirafas macho sí pueden formar "amistades".
Pero en términos generales, los machos prefieren ser guerreros solitarios.