Con el fin de establecer la intencionalidad de los gemidos, ambos científicos británicos llevaron a cabo un estudio con 71 mujeres heterosexuales y sexualmente activas de entre 18 y 48 años.
A todas ellas se les realizaron varios cuestionarios sobre la frecuencia de sus orgasmos y en qué fases del encuentro sexual se producían, su historia de pareja y la cantidad e intensidad de sus gemidos o gritos. Asimismo se las preguntó por las razones 'tácticas' por las que gemían y las consecuencias que tenían sus vocalizaciones.
Los datos constatan que no existe "una sincronía entre el orgasmo y la vocalización del coito. Un dato que fue respaldado por las respuestas a la pregunta: ¿Qué porcentaje de tiempo emites ruidos durante el sexo, incluso cuando no vas a tener un orgasmo? El 25% de las mujeres informó de que gemían cuando no habían alcanzado el clímax más del 90% del tiempo", detallan los autores en sus conclusiones.
En cuanto a las razones por las que ellas realizaban vocalización copulatoria, el ensayo destaca que el 66% lo usaba para acelerar la eyaculación de su pareja, con el fin de evitar molestias, aburrimiento o fatiga. "Es importante destacar que el 92% de las participantes tenía muy claro que estas vocalizaciones 'impulsan' la autoestima de sus parejas y el 87% de ellas reconoció que las hacían con este propósito".
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