Los hombres no deberían dejarse llevar por el entusiasmo auditivo, porque tal vez los gemidos de sus parejas durante las relaciones sexuales no signifiquen siempre que hayan alcanzado el orgasmo. Gayle Brewer, de la Universidad of Central Lancashire, y Colin Hendrie, de la de Leeds (ambas en Reino Unido), publican un estudio que demuestra que los ruidos y gemidos de la mayoría de las mujeres cuando practican sexo son intencionados.
Concretamente, y tal y como nos aclara Gayle Brewer, "los resultados demuestran que el momento del orgasmo y los jadeos están disociados, lo que indica se realizan en parte bajo control consciente y se utilizan para manipular el comportamiento masculino en beneficio de las mujeres". De hecho, "ellas reconocen que lo que buscan, entre otras cosas, con sus gemidos es acelerar el clímax de su pareja y aumentar su autoestima", insiste el experto.
"El papel de las vocalizaciones copulatorias (como se define técnicamente a los gemidos y gritos durante el sexo) sigue siendo un enigma. Normalmente, dichas vocalizaciones se emiten durante el inicio, la copulación o tras alcanzar el coito. El papel de las mismas es enigmático. Sin embargo, sus efectos son múltiples y pueden incluir la sincronización del orgasmo femenino y masculino o el fortalecimiento de la pareja", declaran los autores en el último 'Archives of Sexual Behavior' .
Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), admite que el estudio es muy interesante y que "analiza algo que es de sentido común. La vocalización del orgasmo tiene mucho sentido porque es una forma de acoplarse a la pareja. Entre dos personas que se gustan, el deseo aumenta cuando ves la excitación del otro, por eso es normal que los jadeos aumenten la autoestima del otro".
Concretamente, y tal y como nos aclara Gayle Brewer, "los resultados demuestran que el momento del orgasmo y los jadeos están disociados, lo que indica se realizan en parte bajo control consciente y se utilizan para manipular el comportamiento masculino en beneficio de las mujeres". De hecho, "ellas reconocen que lo que buscan, entre otras cosas, con sus gemidos es acelerar el clímax de su pareja y aumentar su autoestima", insiste el experto.
"El papel de las vocalizaciones copulatorias (como se define técnicamente a los gemidos y gritos durante el sexo) sigue siendo un enigma. Normalmente, dichas vocalizaciones se emiten durante el inicio, la copulación o tras alcanzar el coito. El papel de las mismas es enigmático. Sin embargo, sus efectos son múltiples y pueden incluir la sincronización del orgasmo femenino y masculino o el fortalecimiento de la pareja", declaran los autores en el último 'Archives of Sexual Behavior' .
Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), admite que el estudio es muy interesante y que "analiza algo que es de sentido común. La vocalización del orgasmo tiene mucho sentido porque es una forma de acoplarse a la pareja. Entre dos personas que se gustan, el deseo aumenta cuando ves la excitación del otro, por eso es normal que los jadeos aumenten la autoestima del otro".
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