Uno de los aspectos que destacan los investigadores es que "los orgasmos femeninos fueron más frecuentes durante la automasturbación del clítoris o con las caricias de la pareja, así como durante el sexo oral, que durante la penetración vaginal".
Existen varios trabajos que han examinado "los efectos fisiológicos y psicológicos del orgasmo femenino, pero hay muy pocos estudios sobre la vocalización copulatoria. Los datos muestras que todas ellas realizaban gemidos y por lo menos algunos de ellos bajo un control consciente. El 100% de la muestra había experimentado orgasmos. Sin embargo, los más frecuentes se producían en otros momentos de la relación, no con la penetración vaginal, lo que indica que la estimulación del clítoris es primordial en este contexto", insisten los autores del ensayo.En conjunto, estos datos muestran claramente que "en la mujer las vocalizaciones del orgasmo y la cópula se disocian en las relaciones sexuales, lo que indica que al menos algunas de ellas están bajo control más consciente que inconsciente. De hecho, la expresión de las mismas probablemente y utilicen para manipular el comportamiento de la pareja, en particular para influir en el momento del clímax".
Francisca Molero cree que "no siempre los gemidos son conscientes, se trata de una respuesta normal durante una relación. Además, muchas veces son anticipatorios del orgasmo y suelen producirse como forma de interacción con el otro. Los jadeos forman parte de la simbología del encuentro sexual".
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