La incautación de un petrolero venezolano por parte de Estados Unidos ha golpeado directamente a Cuba, que depende en gran medida del crudo de Caracas para sostener su frágil sistema eléctrico. El decomiso amenaza con profundizar la crisis energética y económica de la isla.
Contexto del incidente El buque incautado: Estados Unidos confiscó un petrolero frente a las costas de Venezuela, identificado como el Skipper, que transportaba crudo destinado a Cuba.
Motivo: La operación se enmarca en las sanciones contra la industria petrolera venezolana, que desde hace años utiliza “petroleros fantasma” y rutas alternativas para esquivar restricciones.
Reacción oficial: El gobierno cubano denunció la acción como parte de la “guerra económica” de Washington y admitió que el cargamento estaba destinado a la isla.
Impacto en Cuba Dependencia crítica: Entre enero y noviembre de 2025, Venezuela envió a Cuba unos 27.000 barriles diarios de crudo y derivados, cifra ya inferior a los 32.000 bpd del año anterior.
Crisis energética: Cuba sufre apagones diarios de varias horas debido a un sistema eléctrico obsoleto y falta de combustible.
Riesgo de agravamiento: Si la incautación marca el inicio de una serie de interceptaciones, el suministro podría reducirse aún más, intensificando la escasez.
Reacciones internacionales Caracas: El gobierno de Nicolás Maduro denunció el decomiso como un acto de agresión y prometió llevar el caso a instancias internacionales.
La Habana: Miguel Díaz-Canel y Bruno Rodríguez calificaron la acción como una violación del derecho internacional y un ataque a la libertad de comercio.
Washington: La administración Trump anunció nuevas sanciones contra seis buques vinculados a Venezuela y advirtió que habrá más interceptaciones.
Conclusión
La incautación del petrolero venezolano pone a Cuba contra las cuerdas porque amenaza su principal fuente de energía en un momento de extrema vulnerabilidad. Si se convierte en una práctica recurrente, la isla podría enfrentar una crisis aún más severa, con apagones prolongados y un impacto directo en la economía y la vida cotidiana de los cubanos.
La incautación del petrolero venezolano pone a Cuba contra las cuerdas porque amenaza su principal fuente de energía en un momento de extrema vulnerabilidad. Si se convierte en una práctica recurrente, la isla podría enfrentar una crisis aún más severa, con apagones prolongados y un impacto directo en la economía y la vida cotidiana de los cubanos.
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