Hasan, condenado por 13 cargos de asesinato y 32 de intento de asesinato, permanece encarcelado en Fort Leavenworth. En 2015, las víctimas del ataque fueron condecoradas con Corazones Púrpuras y recibieron reconocimiento del Congreso por su sacrificio y resiliencia.
Hegseth expresó su compromiso inquebrantable con la aplicación de la pena de muerte, declarando: "Estoy 100 por ciento comprometido a garantizar que se ejecute la pena de muerte para Nidal Hasan".
Enfatizó la necesidad de una justicia rápida, calificando las acciones de Hasan de acto terrorista. «Este terrorista salvaje merece el castigo más severo que la ley le permita por su tiroteo masivo de 2009 en Fort Hood. Las víctimas y los sobrevivientes merecen justicia sin demora».
Los sobrevivientes del ataque han expresado su apoyo a la ejecución de Hasan, mientras que los defensores de los derechos humanos han planteado objeciones, citando preocupaciones sobre la imparcialidad y la transparencia de los procedimientos de pena capital militar.
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