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miércoles, 25 de octubre de 2023
ESPAÑA Y LAS CHINCHES Todo lo que debes saber sobre estos minúsculos e incómodos huéspedes
A principios de este mes de octubre, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, aseguró que la plaga de chinches en algunas ciudades francesas era “un calvario” para los afectados y anunció la creación de un observatorio dedicado a este fenómeno.
En España, en Madrid, por ejemplo, la consejera de Sanidad, Fátima Matute, aseguró la semana pasada que en la capital no hay plaga de chinches “aunque se actúa puntualmente en los casos en los que hay cualquier indicio de que pueda haber cucarachas, chinches o mosquitos”.
Según la consejera madrileña, si bien se detectó la presencia de estos insectos en una comunidad de vecinos en el céntrico distrito de Lavapiés, esta está controlada por empresas de desinsectación.
¿CÓMO SON LOS CHINCHES?
Los chinches de cama miden entre 5 y 7 milímetros, y cuando no se alimentan son blancos. Una vez comen, se vuelven de color marrón tostado. La cabeza es muy pequeña, sus antenas son largas, el tórax es muy plano y tienen unas prominencias laterales, pero no tienen alas.
Su abdomen es redondeado o puntiagudo dependiendo del sexo, y antes de llegar a la edad adulta tienen cinco estado ninfales, con lo que cuanto más joven, aún más pequeño, tal y como explica a EFE salud la profesora del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid Sonia Olmeda.
“Normalmente tú no los ves, porque ellos van a estar metidos en grietas, solo acceden al hospedador para alimentarse y normalmente son lucífugos, nos les gusta nada la luz del día”, señala Olmeda, quien también es directora del Diploma de Artrópodos de interés sanitario de la Complutense.
Sonia Olmeda pide tranquilidad ante “los mensajes alarmistas” que puedan aparecer sobre los chinches porque estos insectos, apunta, viven con el humano desde hace muchísimo tiempo.
“Hay otros que nos vienen de los animales, éstos no, son nuestros, autóctonos y han evolucionado con el ser humano desde antes de que fuera ser humano. Se supone que nos acompañaron cuando empezamos a vivir dentro de las cavernas”, señala la profesora de la Complutense.
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