¿Se dan cuenta que da la sensación que los que menos interesados están porque se aclare lo sucedido con el gasoducto Nord Stream son los principales sospechosos y los principales perjudicados. Y es que, según publica, ‘Reuters‘, la propia compañía operadora de estos gasoductos ha tenido que reconocer que no pueden inspeccionar las secciones dañadas debido a las restricciones impuestas por las autoridades danesas y suecas.
Mientras, por otro lado se nos cuenta que Europa está investigando lo sucedido, algo qur resulta bastante curioso con lo expuesto anteriormente. ¿Qué clase de investigación se puede producir si ni siquiera se deja que vayan técnicos de la propia empresa a comprobar lo sucedido? Parece que los principales afectados no tienen interés alguno en tratar de solucionar algo que puede perjudicar a mucha gente. Pero, ¿qué más da? Mientras nos puede suministrar el gas licuado Estados Unidos a precios desorbitados.
Y aquí llega la cara B del mismo disco: la de los principales sospechosos del sabotaje. John Kirby , coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, ha utilizado excusas más que peregrinas para desentenderse del asunto. “No hemos tenido nada que ver…” “Esto forma parte de una campaña de desinformación…” Nada, a lo que no nos tengan acostumbrados.
Kirby afrimaba, entre otras cosas: “Eso es solo propaganda rusa y desinformación”… “Ahora, sabemos que fue un acto de sabotaje, pero hay una investigación en curso en este momento. No creo que vayamos a entrar en acreditar eso en términos de quién fue el responsable. Vamos a dejar que los investigadores le echen un vistazo. Pero, claramente, esto fue un acto de sabotaje”.
¿Vamos a dejar que los investigadores le echen un vistazo? ¡Pero si no les dejan!
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