Según hemos leído las vacunas tardan de cinco a seis meses en matar,lo podemos corroborar nuestro padre tubo una trombosis a esta cantidad de meses,no se puso la de refuerzo y le engañaron y pusieron la de la gripe, y de nuevo a los seis meses otro trombo…menos mal que ha escarmentado y ahora duerme con la escopeta al lado por si alguien intenta volver a vacunarle.
Ahora los efectos de las vacunas son menos comunes,por estadística hay menos miocarditis y es por qué se han vuelto fulminantes,muere más gente sin motivo aparente,así de repente.
Y a pesar de todo el daño que nos han hecho,no solo siguen los mismos en el poder,sino que parece ser que ni los medios ni los políticos ni muchos médicos corruptos estén dispuestos a renunciar o dimitir.
Se niegan a rendirse…pero si no a las buenas a las malas irán a la cárcel.
Claro que la piña sigue agria sin enterarse de las muertes por las vacunas.
Ellos viven solo de la televisión.
Lo que clama al cielo es lo de los médicos y sanitarios; son auténticos asesinos dirigidos por sus colegios profesionales, inundados de millones por las Farmacéuticas. Deberían acabar todos colgados de un pino.
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