Los científicos “encontraron rastros de una variante única de coronavirus mientras examinaban el ADN del suelo de la Antártida que había sido enviado a la firma Sangon Biotech en Shanghái”, según informa el diario Daily Mail.
Igualmente se ha descubierto material genético de hámsters chinos y monos verdes, “lo que puede sugerir que el virus se estaba examinando en un laboratorio, utilizando los propios animales o sus células”, según el informe.
La presencia de “tres mutaciones clave [COVID]” es característica de las primeras secuencias del virus, según Ridley. Este descubrimiento viene a contradecir todas las afirmaciones de que el virus saltó de los animales a los humanos de forma natural.
Durante la mayor parte del año, la teoría de la filtración del laboratorio fue descartada por los medios heredados y los “verificadores de hechos” como una teoría de conspiración racista.
Posteriormente se supo que el Dr. Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, un grupo que tiene amplios vínculos con la investigación de ganancia de función del laboratorio de Wuhan, agradeció al Dr. Anthony Fauci por descartar la teoría de la fuga del laboratorio al principio de la pandemia.
Posteriormente, creó una campaña de presión a través de una carta publicada por The Lancet para obligar a la comunidad científica a evitar investigar el laboratorio como una fuente potencial del brote.
Daszak también recibió la tarea de Facebook de “verificar los hechos” (censurar) la información relacionada con la hipótesis, mientras que Google, que a través de YouTube también censuró la información sobre la teoría, también financió la investigación del virus de Daszak.
Daszak también fue el investigador principal de la investigación de la Organización Mundial de la Salud que determinó dentro de las 3 horas posteriores a la visita al laboratorio de Wuhan en febrero de 2021 que no hubo fugas basándose únicamente en la palabra de los investigadores allí.
Como destacamos el año pasado, uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud dijo que el primer “paciente cero” de COVID era “probablemente” un trabajador de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan.
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