La docente venezolana “Zara” que presta servicio por más de dos décadas a una escuela en El Bronx asegura que pese a las presiones su postura se mantiene: ¡Nunca me vacunaré! (Foto: Martínez)
Aún con la posición firme de la Ciudad de sacar de la nómina municipal a un número todavía no claro de empleados municipales, que podría rozar las 3,000 personas, a los cuales este viernes se les venció el plazo para cumplir con el mandato de vacunación contra el COVID-19, parte de este grupo que incluye maestros, policías y bomberos, aún al costo de perder sus ingresos y sus seguros de salud, se mantuvieron firmes e incluso protestaron en frente de la sede de la Alcaldía a un solo grito: ¡Es mi cuerpo y yo tengo el derecho de decidir qué hacer!
Decenas de líderes sindicales y trabajadores de agencias municipales, que por múltiples razones se oponen a administrarse la inyección, ya cuando estaban a punto de recibir las notificaciones oficiales de despido se acercaron al edificio del ayuntamiento este viernes para exigir al alcalde Eric Adams que depusiera la medida ejecutiva firmada por el exalcalde Bill de Blasio.
Fuentes de la Ciudad destacaron que incluso en las últimas horas, antes de la llamada ‘hora cero’, un número importante de trabajadores optaron por cumplir con la orden de inmunización.
Durante este fin de semana se calculará el número exacto de empleados que se enfrentarán a procesos de despidos y se evaluará cuántos deberán ser reemplazados por nuevos empleados.
“Ni asustada, ni arrepentida”
Mientras este proceso seguía su curso, otros como la docente venezolana ‘Zara’ decidió unirse a las manifestaciones junto con centenares de compañeros y aclarar que “sea cual sea la consecuencia” en las próximas horas, su decisión de no inocularse está muy clara.
Además relató que ni está “asustada, ni está arrepentida”.
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