Como recordarán, hace tan solo unos días aparecía una noticia en la que se revelaba que, mientras todos los británicos debían respetar normas restrictivas con la excusa del virus, Boris Johnson organizaba una fiesta para 100 personas. En ese mismo momento, los ingleses estaban confinados y, además, tenían prohibido reunirse con más de una persona no conviviente en espacios públicos.
Las consecuencias de lo sucedido con Johnson no tardaron en llegar y las protestas llegaron incluso a las puertas del número 10 de Downing Street, con un Johnson cada vez más acorralado por sus contradicciones y nefasta gestión. De hecho, recibió presiones incluso de sus propio partido.
Pero estas protestas no fueron aisladas. Desde hace meses se llevan produciendo en todo el Reino Unido protestas masivas por las restricciones del virus, siendo las de Londres especialmente multitudinarias, como es lógico. Y como todo lo que está sucediendo no es más que una farsa para imponer una dictadura globalista y Johnson se veía en la picota, hoy han llegado las consecuencias. Todo lo que ha sucedido hoy en el Reino Unido destapa la gran farsa ya que Johnson ha anunciado que se eliminarán todas las restricciones provocadas por el “virus”.
Las restricciones, incluidos los pasaportes, los mandatos de máscarilla y los requisitos de trabajo desde el hogar, se eliminarán.
También sugirió que las reglas de autoaislamiento también pueden eliminarse a finales de marzo.
Con efecto inmediato, el gobierno del Reino Unido ya no pide a las personas que trabajen desde casa.
El mandato del pasaporte para clubes nocturnos y grandes eventos no se renovará cuando expire el 26 de enero.
A partir del jueves, el uso de mascarillas en interiores ya no será obligatorio en ningún lugar de Inglaterra.
El requisito de que los alumnos de secundaria usen mascarillas durante la clase y en las áreas comunes también se eliminará de la guía nacional del Departamento de Educación.
Es hora de levantarse del sofá también aquí en España, ¿no creen?
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