Legisladores demócratas de la ciudad de Nueva York están buscando aumentar su base de votantes, y por tal motivo pretenden imponer una legislación que habilitaría a votar en las próximas elecciones a más de 800 mil residentes ‘no ciudadanos’ que viven en la ciudad.
El proyecto conocido como “Nuestra ciudad, nuestro voto” permitiría a los residentes permanentes legales y aquellos con autorización de trabajo participar en las elecciones municipales. La medida afectaría a unos 800.000 neoyorquinos, informó The New York Times el pasado martes.
El polémico proyecto está a punto de ser aprobado por el consejo el próximo mes, y de ser así provocará un cambio drástico en las elecciones locales.
La medida cuenta además con el apoyo del alcalde recién electo Eric Adams, lo que le da más peso aún.
Adams, quien logró la victoria en noviembre contra el republicano Curtis Sliwa, expresó repetidamente su apoyo al proyecto de ley durante su campaña. El demócrata asumirá oficialmente el cargo en enero.
Los partidarios del proyecto informan que finalmente otorgará el derecho al voto a unos 800.000 residentes de Nueva York que son titulares de tarjetas verdes, beneficiarios de DACA o de algún tipo de visa que les permite estar legalmente en el país.
Cabe destacar que la nueva base electoral representará un porcentaje más que importante del electorado teniendo en cuenta que la ciudad cuenta actualmente con un total de 5,6 millones de habitantes en condiciones de votar.
En un testimonio presentado al concejo municipal en septiembre, Adams dijo que estaba orgulloso de ser parte de la campaña de la iniciativa y continúa apoyando su aprobación.
“Actualmente, a casi un millón de neoyorquinos se les niega este derecho fundamental”, escribió según Newsweek. “Trabajan aquí, pagan impuestos aquí, apoyan a las empresas locales aquí y, sin embargo, no tienen voz en el funcionamiento del gobierno local bajo el cual deben vivir. Ninguna democracia debe tener electores que no tengan un camino para efectuar la gestión de su representante. Gobierno”.
Mientras los estados y ciudades demócratas apuntan a este tipo de políticas para ampliar su base de votantes, los republicanos, y sobre todo aquellos que están padeciendo en carne propia la crisis migratoria que sufre el país, están tomando medidas preventivas para evitar el surgimiento de este tipo de leyes que empodera a los inmigrantes y a los políticos que se aprovechan de ellos.
Tal es el caso de Alabama, Colorado y Florida quienes aprobaron una legislación el año pasado que especifica que solo los ciudadanos estadounidenses pueden votar. Arizona y Dakota del Norte tampoco permiten que los no ciudadanos voten en las elecciones estatales y locales.
Sin embargo, no todos los demócratas progresistas parecen estar de acuerdo. El alcalde saliente Bill de Blasio, aunque no se manifestó en contra de la política, dijo tener “sentimientos encontrados” sobre el proyecto de ley.
En principio, dijo en diálogo con The Times, las leyes electorales “deben decidirse a nivel estatal, de acuerdo con la ley estatal”.
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