"En general, la Casa Blanca se opone a la utilización de la imagen del presidente por motivos comerciales", destacaba Jay Carney. En Washington no han recibido con buenos ojos el selfie del presidente con el jugador de los Medias Rojas de Boston, que se habían proclamado campeones de liga la temporada pasada.
Obama aparecía sonriente ante el smartphone de 'Big Papi' Ortiz, la estrella del equipo que subió de forma instantánea la foto a Twitter. En ese momento- y es ahí de donde viene la polémica- Samsung decidió aplaudir que ese selfie se había hecho con uno de los teléfonos de su marca, ya que el jugador había firmado recientemente un contrato con la marca coreana.
Sin llegar al éxito del selfie de Ellen DeGeneres en los Óscar, el autorretrato de Obama y Ortiz registraba cerca de 40.000 retuits.