El presidente de
EE.UU., Barack Obama, y el líder de los republicanos en la Cámara de
Representantes, John Boehner, acordaron seguir dialogando pero siguen
sin llegar a un acuerdo para reabrir la Administración federal y evitar
una suspensión de pagos mediante el aumento del techo de la
deuda. Obama y Boehner, presidente de la Cámara baja, hablaron por
teléfono hoy, tuvieron una "buena conversación" y coincidieron en la
necesidad de "seguir dialogando", según indicó el portavoz de la Casa
Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria.
"Necesitamos dejar de
usar (la amenaza) de la suspensión de pagos como arma en las
negociaciones", reiteró Carney.
El presidente cree que "no podemos permitir que
una facción de un partido", en referencia al sector más conservador de
los republicanos, "use la amenaza de la suspensión de pagos para obtener
concesiones".
El portavoz no quiso entrar en detalles sobre las diversas
propuestas acerca de las que está dialogando la Casa Blanca con los
republicanos y comentó que elevar, aunque sea temporalmente, el techo de
la deuda y reabrir la Administración "es lo mínimo que el Congreso
podría hacer".
Según Carney, Obama tiene "algunas preocupaciones" sobre
las propuestas planteadas por los republicanos para poner fin a esta
crisis presupuestaria.Los republicanos de la Cámara de Representantes
entregaron a la Casa Blanca un plan que incluye elevar el techo de la
deuda por seis semanas, hasta el 20 de noviembre, y la reapertura de la
Administración durante la próxima semana.
No obstante, ese plan incluye la exigencia de
recortes de gastos en algunos programas sociales, entre ellos el
Medicare para ancianos y jubilados.
Esta propuesta republicana para
elevar el techo de la deuda por seis semanas sería votada en la Cámara baja, de acuerdo con CNN y The
Washington Post.
Mientras, la oferta en la que están trabajando los
republicanos en el Senado contempla la reapertura de la Administración
federal, parcialmente paralizada desde hace once días por falta de
fondos, y un aumento del techo de la deuda por tres meses, hasta final
de año.
Fue la exigencia de los republicanos de la Cámara
de Representantes de vincular la aprobación de los fondos para el nuevo
año fiscal a un retraso en la aplicación de la reforma sanitaria
promulgada en 2010 lo que llevó a esta situación de cierre de la
Administración.La situación va preocupando cada día más a medida que se
acerca la amenaza de la suspensión de pagos a la que se vería obligado
EE.UU. si no se aumenta el techo de la deuda, que se alcanzará el
próximo jueves, 17 de octubre."Estamos obviamente en un mejor lugar que
hace unos días", dijo hoy Carney con respecto a los avances en las
negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos.