Faltaban cinco horas para que iniciara el concierto de Rihanna en Puerto Rico, pero la fila para entrar al evento era kilométrica. Miles de fanáticos de la vocalista barbadense esperaban ayer miércoles en calma a que abrieran los portones del estadio Hiram Bithorn, en San Juan, escenario que la arista escogió para presentarse por primera vez en la Isla con su gira Diamond World Tour.
Rihanna, llego de su ultimo concierto en Republica Dominicana el pasado fin de semana,
No habían gritos, ni corre y corre, sino que los fans aguardaban con calma, mirando sus celulares o conversando entre ellos. Al fondo unas bocinas gigantescas, auspiciadas por una emisora radial, sonaban diversos temas de la cantante sin causar mayor euforia entre los presentes. Los que aguardaban habían pagado $80 por sus boletos en entrada general y habían llegado desde temprano para lograr una mejor ubicación. La lluvia de la mañana se había disipado, por lo que no había problema mayor para los que esperaban.
La mayoría de los que aguardaban eran mujeres que no dudaron en sacar sus galas más fashionistas, al estilo Rihanna, para asistir al encuentro con una de las divas del momento.
Tal fue el caso de un grupo de amigas, encabezado por Lisy Meléndez, de 36 años de edad y residente de Vega Baja. La mujer expresó que su esposo le había regalado el boleto de aniversario de boda, pero fue solo uno, así que optó por asistir con varias amigas. Todas estaban ataviadas con piezas negras, cruces, pantallas doradas, muy similar al ajuar con el que suele aparecer la artista.
“Espero que sea ella en el escenario y que sea espontánea porque eso es lo más que me gusta de ella, su personalidad”, expresó Lisy Meléndez, mientras Cecilia Santana la miraba sonreída y afirmaba con la cabeza. Al preguntarle a Cecilia por lo que había pagado para el concierto, dejó la sonrisa a un lado y señaló que habían sido $80, “pero con todo incluido”.
“¿Qué te puedo decir? Creo que para el lugar está caro, pero para ver a Rihanna no tanto, eso está bueno”, agregó recuperando su sonrisa de fanática.