Las lágrimas corrieron durante el testimonio de Katherine Jackson, la
madre del rey del pop, durante su testimonio el pasado lunes en el juicio
contra la promotora de conciertos AEG por la muerte del cantante.
Aseguraba, desconsolada, que los promotores de la gira de conciertos que
Michael Jackson estaba preparando cuando murió vieron cómo la vida de
su hijo se extinguía sin hacer nada para impedirlo. Según Katherine
Jackson, de 83 años, ni tan siquiera tuvieron la decencia de hablar con
la familia para que fueran ellos los que intervinieran y frenaran lo
que, en opinión de la matriarca, podría haber sido una muerte evitable.
“Le vieron consumirse”, subrayó en el juicio que durante semanas ha
devuelto a la vida el recuerdo del cantante fallecido hace cuatro años.
“Mi nieto me dijo que su padre estaba nervioso y asustado”, admitió la
también abuela de Prince, Paris y Blanket, los hijos de Jackson.
Sus palabras fueron respuesta a las preguntas del abogado de la familia en este caso que acusa a la promotora de negligencia y reclama una cantidad que puede ascender a más de 30.330 millones de dólares en concepto de los daños y perjuicios causados por el fallecimiento de Jackson en 2009. La clave del juicio está en quién contrató al doctor Conrad Murray, que cumple condena por la muerte del cantante tras administrarle una fuerte anestésico, el propofol, que junto con otras drogas causó un efecto letal. La matriarca del clan Jackson aseguró que nunca había oído de la existencia de Murray antes de la gira e insistió en que la responsabilidad recae en la promotora que le contrató. Su emoción se desató al ver las fotos presentadas en el juicio donde se ve a un Jackson en los huesos seis días antes de su colapso. Una imagen que Katherine dijo no haber visto hasta el juicio. E insistió frente a los abogados defensores de AEG que la razón de este proceso es la de conocer las circunstancias de la muerte de su hijo. Un argumento que la defensa rebatió preguntándole por qué no se había limitado a hablar con sus nietos, presentes en el momento del óbito y en numerosos ensayos de esta gira, además de vivir con Jackson.
La defensa también le recordó el dinero que durante años recibió de su hijo, que pagaba gran parte de sus gastos y, en ocasiones, hasta le hacía regalos en metálico. Un comentario que Katherine recibió con enfado y que tiene su ironía: días atrás una avioneta sobrevoló las oficinas de la promotora en Los Ángeles con una pancarta en la que se podía leer “Sigue el dinero hasta la muerte de Michael Jackson”.
El testimonio de Katherine Jackson sigue al de su nieto Prince, de 16 años, y a las declaraciones grabadas de Paris, de 15, que han sido utilizadas en diferentes momentos del proceso. Blanket, de 11 años, no testificará. Los ojos de Prince también se llenaron de lágrimas cuando recordó la muerte de su padre. El joven revivió ese momento de confusión que le llevó al dormitorio de Michael Jackson y donde pudo ver al doctor Murray intentando resucitar al cantante, que tenía los ojos en blanco y el cuerpo medio caído en la cama, antes de escuchar las palabras “lo siento, chicos, vuestro padre ha muerto”. Durante su comparecencia, Prince aseguró que aunque AEG eran los encargados de pagar a Murray, su padre le daba dinero de su bolsillo en concepto de adelanto. La promotora AEG niega que ellos fueran los encargados de su contratación o cualquier responsabilidad en la muerte del cantante.
Sus palabras fueron respuesta a las preguntas del abogado de la familia en este caso que acusa a la promotora de negligencia y reclama una cantidad que puede ascender a más de 30.330 millones de dólares en concepto de los daños y perjuicios causados por el fallecimiento de Jackson en 2009. La clave del juicio está en quién contrató al doctor Conrad Murray, que cumple condena por la muerte del cantante tras administrarle una fuerte anestésico, el propofol, que junto con otras drogas causó un efecto letal. La matriarca del clan Jackson aseguró que nunca había oído de la existencia de Murray antes de la gira e insistió en que la responsabilidad recae en la promotora que le contrató. Su emoción se desató al ver las fotos presentadas en el juicio donde se ve a un Jackson en los huesos seis días antes de su colapso. Una imagen que Katherine dijo no haber visto hasta el juicio. E insistió frente a los abogados defensores de AEG que la razón de este proceso es la de conocer las circunstancias de la muerte de su hijo. Un argumento que la defensa rebatió preguntándole por qué no se había limitado a hablar con sus nietos, presentes en el momento del óbito y en numerosos ensayos de esta gira, además de vivir con Jackson.
La defensa también le recordó el dinero que durante años recibió de su hijo, que pagaba gran parte de sus gastos y, en ocasiones, hasta le hacía regalos en metálico. Un comentario que Katherine recibió con enfado y que tiene su ironía: días atrás una avioneta sobrevoló las oficinas de la promotora en Los Ángeles con una pancarta en la que se podía leer “Sigue el dinero hasta la muerte de Michael Jackson”.
El testimonio de Katherine Jackson sigue al de su nieto Prince, de 16 años, y a las declaraciones grabadas de Paris, de 15, que han sido utilizadas en diferentes momentos del proceso. Blanket, de 11 años, no testificará. Los ojos de Prince también se llenaron de lágrimas cuando recordó la muerte de su padre. El joven revivió ese momento de confusión que le llevó al dormitorio de Michael Jackson y donde pudo ver al doctor Murray intentando resucitar al cantante, que tenía los ojos en blanco y el cuerpo medio caído en la cama, antes de escuchar las palabras “lo siento, chicos, vuestro padre ha muerto”. Durante su comparecencia, Prince aseguró que aunque AEG eran los encargados de pagar a Murray, su padre le daba dinero de su bolsillo en concepto de adelanto. La promotora AEG niega que ellos fueran los encargados de su contratación o cualquier responsabilidad en la muerte del cantante.