La hospitalización hoy del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, es la cuarta del consorte real en apenas 18 meses, en los que ha sido tratado por problemas en la vejiga y el corazón. El príncipe Felipe, que cumplirá 92 años el lunes, se someterá mañana a una "operación exploratoria" en la zona abdominal que lo mantendrá ingresado en el hospital London Clinic alrededor de dos semanas, según anunció el Palacio de Buckingham.
Este nuevo contratiempo llega tras una etapa
especialmente accidentada en 2012, cuando el duque de Edimburgo acumuló
dos ingresos hospitalarios que le impidieron acudir a compromisos
oficiales de la familia real con motivo de los Juegos Olímpicos y el
Jubileo de Diamantes de la Reina.
Un día después del espectacular desfile fluvial
por el Támesis el 3 de junio de 2012 para dar inicio a las celebraciones
por los 60 años en el trono de Isabel II, su esposo tuvo que ser
hospitalizado durante cinco días por una infección de vejiga que le hizo
perderse algunos de los festejos organizados.
En agosto, el problema se reprodujo días antes de
que dieran comienzo los Juegos Paralímpicos, en cuya ceremonia de
inauguración estuvo ausente al no haber recibido aún el alta médica.
El príncipe Felipe también fue ingresado en la
Nochebuena de 2011 para someterse a una angioplastia que desbloqueó una
arteria coronaria, una cirugía que le mantuvo cuatro noches en un
hospital de Cambridge, donde fue trasladado en helicóptero desde la
finca real de Sandringham.
Hasta entonces Felipe de Mountbatten, que nació en
la isla griega de Corfú el 10 de junio de 1921, presumía de una salud
de hierro, que le ha hecho merecedor del título de consorte más longevo
en la historia de la monarquía británica por los 65 años que lleva
casado con Isabel II.
La intervención anunciada para mañana, que se
produce tras diversas "exploraciones abdominales" según fuentes de
Palacio, será la que más tiempo le retenga en un centro médico, dos
semanas según las previsiones del Palacio de Buckingham.