El combate entre Floyd Mayweather Jr. y Saúl ‘Canelo’ Álvarez enfrenta al púgil universalmente considerado el mejor peleador del planeta en la actualidad con la principal estrella en ascenso.
Mayweather (44-0, 26 nocauts) ha dominado el boxeo por una década, apenas perdiendo asaltos, mucho menos una pelea. Lo han criticado por evadir oponentes y escoger rivales limitados o alicaídos. Los dos principales ejemplos de quienes sostienen este argumento lo son Antonio Margarito y Kostya Tszyu.
Cuando el apodado Money May venía subiendo de las 130 libras, donde ganó su primer título, saltó las 140 libras. Allí el ruso-australiano Tszyu era el rey indiscutido. Ese atractivo duelo nunca se dio.
Mayweather también rechazó múltiples ofertas de fajarse con Antonio Margarito cuando ambos eran promovidos por la misma compañía, Top Rank. Tanto así que el fundador de la empresa, Bob Arum, decía que el mexicano era para Floyd como la “gripe aviar”. Mayweather abandonó Top Rank cuando venció su contrato poco después.
La enemistad entre Arum y Mayweather en parte causó que Floyd no aceptara un pleito con el filipino Manny Pacquiao, lo que hubiera sido el combate más monetario de todos los tiempos.
Sus detractores sostienen que un caso de evasión temporera ocurrió con Shane Mosley, con quien Mayweather no quiso chocar cuando Sugar Shane era campeón ligero y él titular júnior ligero, allá para 1999.
Mosley y Mayweather se midieron en 2010. El segundo ganó vía paliza.
Floyd también apaleó a un alicaído Oscar de La Hoya (2007), pero le quitó el invicto al peligroso pegador Diego Corrales (2001) y al fajador británico Ricky Hatton (2007). Además superó al boricua Miguel Cotto (2012) en una emocionante pelea. Su dominio, como su talento, es incuestionable.
Pero con 36 años, muchos preguntan si ya el Padre Tiempo le pasará factura, en especial frente a un rival rápido de manos, pegador y mucho más corpulento que él.
Álvarez (42-0-1, 30 nocauts) es el querendón de su empresa promotora, Golden Boy Promotions, la cual ha convertido en una estrella al joven púgil mexicano, midiéndolo con oponentes de mérito, pero en picada o de menor peligro.
Ese fue el caso de sus victorias sobre José Miguel Cotto (2010), Carlos Baldomir, Mathew Hatton (2011), Alfonso Gómez (2011), Kermit Cintrón (2011) y Shane Mosley, todos gladiadores de renombre, pero ya desgastados o peleando por encima de su peso ante el Canelo.
Álvarez ha demostrado gran inteligencia boxística, buen desplazamiento, velocidad de manos y pegada. Pero Cotto logró lastimarlo temprano, por lo que algunos cuestionan su capacidad de asimilación.
Más aún, Álvarez se cansó malamente en los asaltos finales de su último combate, cuando venció por decisión al entonces invicto campeón Austin Trout, en abril pasado. Si eso le sucede ante Mayweather, la historia con seguridad será muy diferente. Pero Saúl tiene la fortaleza de su lado, lo que puede ser factor clave ante un peleador más pequeño y entrado en años.
Mayweather y Álvarez chocarán el 14 de septiembre próximo en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada. Será el clásico duelo entre la veteranía y la juventud. Esa noche se sabrá si la fortuna sonríe al osado joven campeón de México, o al veterano técnico de Michigan.
¿Quién cree que ganará este combate?