Aún cuando es posible desplegar a equipos
especiales de EE.UU. para la captura de terroristas, hay lugares donde
eso supondría "profundos riesgos para nuestras tropas y civiles
locales", porque provocarían enfrentamientos tribales o desatarían una
gran crisis internacional, explicó Obama ante unas 300 personas en la
Universidad Nacional de Defensa.
"Nuestra operación en Pakistán contra Osama bin
Laden no puede ser la norma. Los riesgos en ese caso fueron inmensos, la
posibilidad de la captura, aunque era nuestra preferencia, era remota
dada la certidumbre de la resistencia", observó Obama, al referirse a la
operación contra Bin Laden en su refugio de Abbottabad el 2 de mayo de
2011.
En esa ocasión, Estados Unidos no afrontó bajas
civiles ni un prolongado enfrentamiento armado gracias a la
"planificación meticulosa" de las Fuerzas Especiales y "a un poco de
suerte", afirmó Obama.
Pero "el costo para nuestra relación con Pakistán,
y la reacción violenta del público pakistaní por la intrusión en su
territorio fueron tan severos que apenas ahora estamos comenzando a
reconstruir esta importante relación", reconoció el mandatario.
En su discurso, Obama defendió los ataques con
aviones no tripulados o "drones" como herramienta "legal" y "eficaz"
contra los terroristas, aunque consideró que éstos no pueden ser un
"cura-lo-todo contra el terrorismo".
Por ello, reiteró su compromiso de trabajar con el
Congreso para estudiar propuestas adicionales con el fin de regular el
programa de "drones", incluyendo la creación de un sistema de tribunales
especiales que regulen ese tipo de ataques.
Desde que asumió el poder en enero de 2009, Obama
se ha apoyado con más frecuencia en el uso de "drones" contra grupos
extremistas, en particular en Pakistán y Yemen.
Sin embargo, el programa ha suscitado fuertes
críticas de grupos defensores de los derechos civiles y de líderes del
Congreso preocupados por el alcance y legalidad del mismo.
Durante el discurso, Obama también instó al
Congreso a que levante las restricciones para el traslado de los 166
presuntos terroristas aún detenidos en el centro penal de EE.UU. en la
base naval de Guantánamo (Cuba) a terceros países.