Aunque en los últimos meses Kim Kardashian ha
batallado con los diversos cambios que el embarazo le ha traído a su
cuerpo, ahora la estrella parece estar un poco más relajada y
disfrutando de su nueva figura.
Kim fue vista
en traje de baño disfrutando del sol en una piscina junto a su madre y
su hermana. Por la enorme pancita de la estrella, está claro que quedan
pocos meses para la llegada del bebé.