El jefe de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) para Puerto Rico y las Islas Vírgenes, Carlos Cases, prometió hoy el máximo esfuerzo por parte de la agencia para esclarecer el asesinato de un teniente de la Prisión Federal de Guaynabo. Cases señaló en declaraciones a la emisora WKAQ que ha ordenado que se destinen todos los medios disponibles para la investigación del asesinato de Osvaldo Alvaroti, a quien le dispararon la noche del martes desde un automóvil cuando transitaba por la autopista José de Diego de la isla caribeña.
Cuatro narcotraficantes a quienes el teniente del Centro Metropolitano Detención (MDC) Osvaldo Albarati –asesinado el martes después de culminar su jornada– confiscó varios teléfonos y les cortó su red de comunicación con sus negocios ilícitos están actualmente bajo la mira de las autoridades federales por ser los sospechosos de ordenar la ejecución.
Varias fuentes con conocimiento de la pesquisa, indicaron que las autoridades federales se concentran en el ángulo de que la muerte de Albarati se trató de una venganza por su trabajo como investigador y recopilador de inteligencia sobre contrabando y corrupción dentro de la prisión federal en Guaynabo.
“Estos cuatro narcotraficantes, que son bien poderosos, tienen mucho dinero y aún mantienen sus negocios fuera desde la prisión, invirtieron $40,000 para comprar unos celulares y el teniente les confiscó ocho de ellos. Al quitarles la red de comunicación, esos mismos cuatro narcos invirtieron para tumbar al teniente y ejecutarlo. Ese es el ángulo más fuerte que se investiga”, dijo una fuente de este diario.
Los cuatro sospechosos de las autoridades federales son Oscar Martínez, mejor conocido como Cali; Elvin Torres Estrada, alias Muñecón; José David Figueroa Agosto, conocido como Junior Cápsula que vivió prófugo de la Justicia durante muchos años en la República Dominicana y que convirtió ese país en su centro de distribución de cocaína hacia Estados Unidos. y Javier Morales Andreu, mejor conocido como Gadget.
Presuntamente estos cuatro narcos, de igual forma que juntaron dinero para comprar los celulares y mantener su red de comunicación desde la prisión, decidieron pagar por la ejecución del teniente que les estaba entorpeciendo sus gestiones en el bajo mundo.La investigación de los federales apunta que más de dos gatilleros ejecutaron a Albarati y vinieron desde la zona este para asesinar al teniente de MDC.
“La investigación, hasta el momento, indica que los cuatro son autores intelectuales del crimen, pero quien aparentemente da la orden de ejecución es Gadget”, añadió otra fuente de entero crédito.
Ayer un grupo de agentes federales realizaba múltiples entrevistas en MDC como parte de la pesquisa.
“Hasta el momento todo apunta a que el teniente era un empleado responsable, que hacía su trabajo de forma eficaz, que no le tenía miedo a los presos y que estaba comprometido en erradicar el contrabando dentro de MDC. No hay ningún señalamiento sobre su labor. Solo que era un gran profesional”, puntualizó la fuente.
Albarati, segun se supo había recibido varias amenazas por parte de algunos confinados en MDC, entre ellos Cali y Gadget y le había dejado saber a sus superiores sobre el asunto.
Asimismo varios oficiales de corrección –compañeros de Albarati en la cárcel federal– tenían conocimiento de las amenazas y todos han dicho que se concretaron de forma más directa cuando el teniente confiscó los ocho celulares que supuestamente pertenecían a los cuatro sospechosos de su asesinato.“Después de la confiscación, Gadget le dijo que le iba a dar una lección y Cali también lo había amenazado anteriormente”.
El ángulo de la pesquisa se centra en una posible venganza de los confinados en contra del teniente por su labor dentro de la prisión federal.
Sin embargo aclaró que a pesar de toda la información que los federales han logrado recopilar, la investigación aun está en sus etapas iniciales y podrían cambiar algunos aspectos de la pesquisa estos próximos días.
El pasado martes Albarati culminó su jornada de trabajo como investigador de la unidad que levanta la inteligencia en la prisión federal y cuando se montó en el expreso varios gatilleros abrieron fuego en su contra hasta detener su auto abatido por los tiros en la salida de Río Hondo en dirección hacia Bayamón.
Los narcotraficantes, habrían amenazado por retirarles los teléfonos al teniente, que el pasado martes, tras terminar su jornada laboral en la Prisión Federal de Guaynabo, se dirigió a su domicilio, adonde nunca llegó.
El jefe del FBI resaltó que se investigará cuál es la situación que se vive en el interior de la Prisión Federal de Guaynabo, tras reconocer que casos de corrupción dentro de las cárceles se dan en todos los sitios, incluido Estados Unidos.
Subrayó además que la lucha contra la criminalidad es la prioridad de su agenda, tras solo un mes al frente del FBI en Puerto Rico y las Islas Vírgenes.
Cases es el tercer puertorriqueño nombrado para dirigir los destinos de la agencia estadounidense en la isla después de Héctor Pesquera y Luis Fraticceli.
El nuevo jefe del FBI fue condecorado por participar, en 2010, en Puerto Rico, en la operación "Guard Shack", por la que fueron acusados 89 policías estatales, municipales y del Departamento de Corrección de la isla caribeña.
EFE