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domingo, 20 de enero de 2013

LO QUE NUNCA DEBES ESPERAR DE TU PAREJA

Lo que nunca debes esperar de tu pareja

Las mariposas en el estómago tienen fecha de caducidad, pero para que la ilusión perdure cuando mantenemos una relación es importante ser realista. Es muy habitual tener al principio a la pareja «idializada», en un trono desde el que todo lo que dice o hace nos parece maravilloso. Nadie niega que hay que aprovechar ese momento mágico, pero hay llega un día en que todo se «normaliza» y lo que antes era una virtud, quizá se vuelva un defecto.
Uno de los errores más comunes en las parejas es esperar que las mujeres reaccionen como si fueran hombres, o los hombres como si fueran mujeres. Según indica María Jesús Álava Reyes, autora de «Amar sin sufrir», desde el punto de la psicología, «ambas posturas obedecen más al área del deseo que de los hechos; esas expectativas no tienen ninguna base científica, y sus probabilidades de ocurrencia, salvo casos excepcionales, son mínimas».
Por este motivo, señala que las mujeres no deben cometer el error de esperar que los hombres:
 
—Sepan escuchar como lo hacen sus amigas.
—No se precipiten y den solución, u ofrezcan consejos que no les han pedido.
— Tengan parecida sensibilidad y den importancia a las cosas que son fundamentales para las mujeres.
— Se fijen en los detalles, se acuerden de las fechas y las sorprendan con propuestas creativas.
— Sean capaces de no quedarse en la literalidad de las palabras que dicen las mujeres y sepan captar las emociones que se reflejan en su comunicación no verbal.
— No interrumpan a la mujer cuando habla.
— No reaccionen mal cuando están haciendo algo y las mujeres les pregunten o les pidan su cooperación o ayuda para una tarea específica del hogar.
De la misma forma, los hombres no deben cometer el error de esperar que las mujeres:
— Sean concretas cuando hablan, no se pierdan en los detalles y no den rodeos para exponer lo que quieren.
— Hagan las cosas de una en una; cuando su naturaleza les permite realizar varias tareas a la vez con la mayor espontaneidad y ficacia.
— Sepan que ellos no son buenos conversadores y no pretendan hablar con ellos cuando llegan a casa.
— Dejen de ser románticas y se muestren pragmáticas en las relaciones afectivas.