Ese miedo, continuó Gutiérrez, fue producto de la imagen de xenófobos y la retórica antinmigrante de algunos líderes republicanos, cuando el Partido Republicano debe más bien dar la bienvenida a los inmigrantes.
La derrota del candidato presidencial republicano, Mitt Romney, en las urnas el martes pasado ha obligado a un intenso debate interno en el Partido Republicano sobre su mensaje y su estrategia electoral hacia las minorías.
El presidente Barack Obama ganó la reelección gracias al apoyo masivo de una amplia coalición de votantes afroamericanos, latinos, asiáticos, mujeres y jóvenes.
Obama ganó con el 71 % del voto latino, frente al 27 % que obtuvo Romney, menos que el 31 % que obtuvo el candidato presidencial republicano, John McCain, en 2008, y el 44 % que consiguió el presidente George W. Bush en 2004.
Tan solo en Florida, un estado clave en la contienda y otrora considerado un bastión republicano, Obama ganó el con el 42 % del voto latino, frente al 39 % de Romney.
Gutiérrez, que fue asesor de Romney, afirmó que éste es un hombre "extraordinario" pero "cometió algunos errores".
Sin embargo, Gutiérrez, secretario de Comercio bajo la presidencia de George W. Bush, también echó parte de la culpa al proceso de primarias republicanas que, a su juicio, obliga a los candidatos a congraciarse con el ala más conservadora del partido.
"Tenemos este proceso de primarias increíblemente ridículo... y la extrema derecha del partido controló el proceso de primarias", se quejó Gutiérrez.
En el mismo programa, otros líderes republicanos insistieron en que el Partido Republicano no debe abandonar sus principios conservadores que, aseguraron, son compartidos con los votantes latinos.
"Tienen que saber que estamos a favor de la inmigración", insistió la legisladora republicana Cathy McMorris.
"Tenemos que llevar nuestros valores, tenemos que llevar nuestra visión a cada grupo demográfico", agregó.
Por su parte, el activista conservador Gary Bauer, uno de varios precandidatos presidenciales del Partido Republicano, consideró que los votantes estadounidenses "no están exigiendo un segundo partido liberal", en alusión a los demócratas.
Mientras, el exgobernador republicano de Utah y también precandidato presidencial, Jon Huntsman, enfatizó que no se trata de que el país tome un giro hacia la derecha o la izquierda sino de "soluciones a problemas que por ahora permanecen sin solución" por la falta de bipartismo.
Algunos medios de comunicación en EE.UU. especulan que Huntsman podría ocupar algún puesto en el Gabinete presidencial -posiblemente el Departamento de Estado- mientras el presidente Barack Obama conforma su equipo para su segundo mandato.
En su segundo mandato, Obama afrontará una serie de desafíos en los frentes nacional e internacional, incluyendo la recuperación económica, a corto plazo, y la aprobación en el Congreso de una reforma migratoria integral, una de sus promesas incumplidas con la comunidad latina en 2008. EFE