Con eso en mente, cientos de personas de distintas ideologías y edades participaron ayer de la caravana denominada “Mete mano por el No”. Fue un esfuerzo del Comité del Pueblo en Defensa, organización que se creó durante una asamblea del Colegio de Abogados.
La caravana salió desde los portones principales de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en la avenida Ponce de León en Río Piedras y llegó hasta Loíza al cabo de poco más de cinco horas. Hasta allí se acercó un estadounidense, que solo se identificó como Marc, quien al preguntar de qué se trataba el evento y recibir una respuesta, se mostró sorprendido de que se planteara al país un cambio en la Constitución para tratar de disminuir la incidencia criminal.
“Eso es bien peligroso. Se presta para abusos. Pensemos que maté a alguien -y quizás lo hice- pero tengo derecho a defenderme y a no estar en la cárcel mientras se discute todo lo que tiene que ver con mi caso”, dijo.
La caravana recorrió algunas de las comunidades marginadas y pobres que, a juicio de los defensores de que no se limite el derecho a la fianza, serán las más afectadas con ese cambio. Pasó por el residencial Las Margaritas, Cantera, El Chícharo, Barrio Obrero, Piñones y Villa Cañona, entre otras.
“La realidad es que aquí debió darse algo más justo entre las distintas posiciones. En esto no debieron estar los partidos políticos y no se debió hacer una campaña con mentiras”, dijo el abogado y exadministrador de la Administración para el Sustento de Menores, Alfonso Ramos.
En su ruta, la caravana no hizo paradas. Tampoco hubo mensajes. Los manifestantes distribuyeron hojas sueltas, pegatinas y gritaban mensajes por dos guaguas de sonido en los que explicaban por qué votar “No” en las dos consultas constitucionales.
Sin embargo, el énfasis estuvo en el tema de la limitación de la fianza.
“Cómo le vas a entregar tu derecho a la fianza a este gobierno. No caigas en la trampa. La fianza no es el problema”, se escuchaba por una de las guaguas de sonido mientras que la gente saludaba, tocaba bocina o recibía las hojas sueltas. Recordaron los excesos de la Policía, la huelga en la UPR, las leyes que limitan la expresión pública, eventos que se han producido bajo esta administración.
Los carros cargaban en los bonetes y puertas pancartas. “Menos poder al Estado opresor”, decía uno de ellos.
Uno de los portavoces de la caravana, Giovanni Roberto, que encabezó junto a otros jóvenes la huelga en la UPR en contra de la cuota especial y que ahora es maestro, se mostró indignado con la campaña que ha esbozado el Gobierno a favor de las enmiendas constitucionales. Reconoció que se han valido del dolor de las víctimas del crimen para crear una campaña totalmente emocional. “Están usando sus emociones para engañarnos. El problema de la criminalidad no está en la fianza ni en la cantidad de legisladores sino en el desempleo, la deserción escolar, en el hambre, la desesperación de la gente... esas son las razones por las que mucha gente delinque. Eso es lo que tienen que resolver”, sostuvo.