Los mercados parten Europa en dos
Alemania, Francia y Holanda cobran por financiarse, mientras que España, Italia, Grecia y Portugal pagan intereses récord.
Europa es hoy tierra dividida entre virtuosos y malditos, entre buenos y malos estudiantes, entre acreedores y deudores. El cacareo político no deja de invocar una mayor unión, pero los mercados resultan mucho más elocuentes y en esta fase de la crisis han abierto una brecha enorme entre norte y sur. Alemania, Francia, Holanda, Austria y Finlandia gozan de tal credibilidad entre los inversores que, en este clima de miedo, están logrando toda una anomalía financiera en toda regla: que los inversores paguen intereses por cobrar sus títulos de deuda en lugar de cobrarlos. Mientras, a España, Italia, Grecia, Portugal e Irlanda les exigen los intereses más altos de la historia del euro por prestarles dinero.