¡Última hora: Celebridad dice tontería!
Lo que pasa por noticia en nuestra sociedad postmoderna no tiene nombre.
Cuando usted entra a cualquier página de internet dedicada a reseñar noticias, en cualquier idioma, usted puede ver los recuadros dedicados a distintos tipos de notas: nacionales, internacionales, seguridad, política y deportes, entre muchas otras. Lo que la mayor parte de la gente no sabe es que, como regla general, las noticias dedicadas a reseñar las celebridades tienen mucho más audiencia que todas las demás.
Un amigo me dijo que en su periódico las noticias de farándula son vistas cinco veces más que todas las demás. Sí, así como lo escucha. Por cada persona que lee una noticia sobre la economía global, cinco leen notas sobre las hazañas más recientes de Lady Gaga, Lindsay Lohan o Kim Kardashian.
Claro está, esta norma tiene excepciones. Por ejemplo, los grandes desastres naturales tienen preeminencia sobre las celebridades, pero esos ocurren pocas veces al año. Empero, la gran excepción ocurre cuando personas que provienen del campo de la política o personas involucradas en crímenes se convierten en celebridades.
Consideremos, por un momento, casos como el de Casey Anthony y Ana Cacho, en los que madres son sospechosas o acusadas de estar involucradas en la muerte de sus hijos o hijas. Estas mujeres se convierten instantáneamente en celebridades, aunque las notas de prensa relacionadas con la muerte de sus críos aparezcan en la sección de seguridad.
Lo mismo pasa con los políticos que si, Hipolito Mejia perdio por culpa de Miguel Vargas, que fue real la victoria de Danilo Medina. Algunos, como Bill Clinton, Silvio Belusconi, Nicolas Salkozi, Tony Blair y Barack Obama, son más celebridades que hombres de estado. Por eso aparecen en los programas de entrevistas televisivas, son comidilla de las revistas de chismes y los “paparazzi” los persiguen. Muchas de las notas de prensa relacionadas con estos políticos, a pesar de aparecer en las secciones de noticias políticas, nacionales o internacionales, en realidad hablan de su “status” como grandes celebridades.
La mayor parte de la gente no entiende la crisis económica europea, ni la situación de Grecia, ni el peligro en que se encuentran España, Portugal e Italia y toda la zona del euro. Pero les aseguro que conocen los detalles de la batalla por la custodia de la hija de la famosa merenguera Olga Tañon y el reconocido expelotero .
Esta es, pues, la situación actual y no veo cambio alguno en el futuro cercano. Por lo tanto, tenemos que acostumbrarnos a sufrir las supuestas “noticias” sobre las celebridades. La prensa seguirá reseñando todas las tonterías que digan o hagan, para criticarlas después. Las “socialités” continuarán filtrando a la prensa fotos y los vídeos donde aparecen desnudas, para quejarse después de la “violación de su privacidad”. Y las celebridades seguirán usando portales como Twitter para hablar de temas sobre los cuales saben muy poco y para difundir fotos con muy poca ropa.
Y el problema es que la gente seguirá al pendiente de todo lo que hagan, ya que las celebridades son “gente” y nosotros no.
¿Qué opina usted? Le invito a compartir su opinión, comentando tanto el contenido de esta columna como los comentarios de otros lectores y de otras lectoras. OKEY...
Cuando usted entra a cualquier página de internet dedicada a reseñar noticias, en cualquier idioma, usted puede ver los recuadros dedicados a distintos tipos de notas: nacionales, internacionales, seguridad, política y deportes, entre muchas otras. Lo que la mayor parte de la gente no sabe es que, como regla general, las noticias dedicadas a reseñar las celebridades tienen mucho más audiencia que todas las demás.
Un amigo me dijo que en su periódico las noticias de farándula son vistas cinco veces más que todas las demás. Sí, así como lo escucha. Por cada persona que lee una noticia sobre la economía global, cinco leen notas sobre las hazañas más recientes de Lady Gaga, Lindsay Lohan o Kim Kardashian.
Claro está, esta norma tiene excepciones. Por ejemplo, los grandes desastres naturales tienen preeminencia sobre las celebridades, pero esos ocurren pocas veces al año. Empero, la gran excepción ocurre cuando personas que provienen del campo de la política o personas involucradas en crímenes se convierten en celebridades.
Consideremos, por un momento, casos como el de Casey Anthony y Ana Cacho, en los que madres son sospechosas o acusadas de estar involucradas en la muerte de sus hijos o hijas. Estas mujeres se convierten instantáneamente en celebridades, aunque las notas de prensa relacionadas con la muerte de sus críos aparezcan en la sección de seguridad.
Lo mismo pasa con los políticos que si, Hipolito Mejia perdio por culpa de Miguel Vargas, que fue real la victoria de Danilo Medina. Algunos, como Bill Clinton, Silvio Belusconi, Nicolas Salkozi, Tony Blair y Barack Obama, son más celebridades que hombres de estado. Por eso aparecen en los programas de entrevistas televisivas, son comidilla de las revistas de chismes y los “paparazzi” los persiguen. Muchas de las notas de prensa relacionadas con estos políticos, a pesar de aparecer en las secciones de noticias políticas, nacionales o internacionales, en realidad hablan de su “status” como grandes celebridades.
La mayor parte de la gente no entiende la crisis económica europea, ni la situación de Grecia, ni el peligro en que se encuentran España, Portugal e Italia y toda la zona del euro. Pero les aseguro que conocen los detalles de la batalla por la custodia de la hija de la famosa merenguera Olga Tañon y el reconocido expelotero .
Esta es, pues, la situación actual y no veo cambio alguno en el futuro cercano. Por lo tanto, tenemos que acostumbrarnos a sufrir las supuestas “noticias” sobre las celebridades. La prensa seguirá reseñando todas las tonterías que digan o hagan, para criticarlas después. Las “socialités” continuarán filtrando a la prensa fotos y los vídeos donde aparecen desnudas, para quejarse después de la “violación de su privacidad”. Y las celebridades seguirán usando portales como Twitter para hablar de temas sobre los cuales saben muy poco y para difundir fotos con muy poca ropa.
Y el problema es que la gente seguirá al pendiente de todo lo que hagan, ya que las celebridades son “gente” y nosotros no.
¿Qué opina usted? Le invito a compartir su opinión, comentando tanto el contenido de esta columna como los comentarios de otros lectores y de otras lectoras. OKEY...