HiRADiOs Voz Dominicana

sábado, 16 de junio de 2012

Obama: No es justo deportar a jóvenes que son estadounidenses de corazón

El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó ayer viernes que no es justo expulsar a cientos de miles de jóvenes talentosos que son estadounidenses de corazón y han hecho contribuciones extraordinarias al país, al defender una medida para suspender deportaciones decretada por su Gobierno. Pónganse en su lugar, dijo Obama en una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca al recordar que muchos de los jóvenes que se beneficiarán de esa medida, en su mayoría hispanos, fueron traídos a Estados Unidos por sus padres y no es justo que sean deportados a un país del que no saben nada y cuya lengua no hablan.
El Gobierno anunció ayer que suspenderá la deportación de niños y jóvenes que hayan residido al menos por cinco años en EE.UU. pero que eran menores de 16 años de edad cuando llegaron de forma ilegal con sus padres.
Se trata de los niños y jóvenes "que estudian en nuestras escuelas, que juegan en nuestros vecindarios, que son amigos de nuestros hijos", subrayó Obama, quien agregó que "se han criado como estadounidenses y se sienten parte del país".
El objetivo de la decisión de hoy, contenida en una directiva del Departamento de Seguridad de Nacional (DHS) que entrará en vigor de inmediato, es que la política de inmigración "sea más justa y eficiente", señaló el presidente.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, anunció que el cambio de política significa que cientos de miles de jóvenes podrán beneficiarse de una prórroga de dos años en los trámites de deportación y solicitar un permiso de trabajo.
Los inmigrantes indocumentados que podrían beneficiarse con estos cambios deben probar que ingresaron a Estados Unidos cuando tenían menos de 16 años, que han residido en el país durante por lo menos cinco años antes de este anuncio y que se encuentran en EE.UU. en esta fecha.
La lista de requisitos incluye que los jóvenes estén matriculados ahora en la escuela, se hayan graduado de la secundaria o hayan obtenido un diploma equivalente, o sean veteranos dados de baja en forma honorable de las Fuerzas Armadas o el Servicio de Guardacostas.
Asimismo, deben tener un historial que no incluya condenas por delitos graves o repetidos, y que indique que "no presentan algún otro tipo de amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública".
Fuentes del Gobierno calculan que al menos 800.000 personas podrían beneficiarse de esta medida, mientras que el Centro Pew Hispano, en un informe divulgado hoy, eleva esa cifra hasta 1,4 millones.
La iniciativa tendrá un gran impacto en la campaña para los comicios presidenciales del 6 de noviembre y ha sido muy bien acogida entre la comunidad hispana, uno de los apoyos clave de Obama.
Los republicanos en general y el probable rival de Obama en noviembre, Mitt Romney, se oponen a cualquier medida que pueda suponer una legalización de los inmigrantes indocumentados en EE.UU.
La suspensión de las deportaciones "no es una amnistía, no es la inmunidad", sino una medida "temporal" para dar "cierto alivio y esperanza a gente talentosa", advirtió Obama.
Para el presidente, el siguiente paso debe ser la aprobación de la ley "Dream Act", bloqueada en el Congreso en 2010 por los republicanos y que permitiría la legalización de estudiantes indocumentados que entraron a EE.UU. antes de los 16 años y completan al menos dos años de universidad o se inscriben en las Fuerzas Armadas.
Obama también recordó que aún sigue pendiente la aprobación de una reforma migratoria integral, una de las promesas de su campaña de 2008 que no ha podido cumplir. EFE