El presidente dominicano Leonel Fernández inició este martes el último año de su tercer mandato con varios logros obtenidos a lo largo de su gestión, pero al mismo tiempo enfrentado al descontento de un importante sector de la ciudadanía por el alto costo de la vida.
Elegido para el periodo 2004-2008 y reelegido para un mandato consecutivo que culmina en agosto del 2012, Fernández también es acusado por la oposición de querer perpetuarse en el poder y de haber descuidado el manejo de la administración pública para dedicarse a la campaña electoral promoviendo a su partido.
"El presidente se declaró partidario de la democracia plebiscitaria para dejar de lado la prohibición constitucional a la reelección y apelar a una relación directa con un electorado cautivo alimentado a través de un sistema clientelar, sobre la base del programa asistencial del gobierno", dijo a Xinhua el analista político Pedro Catrain.
El politólogo y abogado se refirió a las supuestas intenciones del gobernante dominicano de volver a postularse a la presidencia, pese a que la nueva Constitución de la República, promulgada en enero del año pasado, prohíbe expresamente la reelección consecutiva.
Tras varios meses de especulaciones, Fernández anunció finalmente el pasado 8 de abril que no se presentaría a la reelección.
"Cuando no fue posible implementar su continuidad en el poder, el presidente Fernández intentó una reelección conyugal pretendiendo imponer a su esposa como candidata de su partido, lo cual fracasó por falta de apoyo tanto en el partido oficial como en la sociedad dominicana", dijo Catrain.
Fernández, de 58 años y abogado de profesión, fue elegido por primera vez presidente de la República para el período 1996-2000 con el respaldo de Joaquín Balaguer, el político que más veces gobernó al país a lo largo del siglo XX.
Durante sus tres gestiones, el actual mandatario ha intentado modernizar al país a través de la construcción de pasos a desnivel y de un metro en Santo Domingo, además de la creación de un parque tecnológico y otras obras que sus detractores critican por considerar que relegan aspectos básicos como la educación y la salud.
En el aspecto económico, Fernández ha tratado de mantener el buen desempeño de la economía dominicana en los últimos cinco años mediante una serie de medidas como un reajuste fiscal promovido por el Fondo Monetario Internacional, que no evitó, sin embargo, una contracción del 3,2 por ciento en el primer trimestre del 2011 tras un crecimiento de 7,8 por ciento en 2010.
Además, la inestabilidad en Oriente Medio y en el norte de Africa desde la caída del régimen tunecino a finales de enero, provocó desde principios de año un aumento sostenido del precio de la gasolina y el consecuente malestar de la población.
"En medio de una crisis mundial, el presidente Fernández ha mantenido un ambiente de estabilidad, baja tasa de inflación y amplia confianza para las inversiones", dijo a Xinhua el diputado Víctor Suárez Díaz, compañero de partido del mandatario dominicano.
Suárez, portavoz del bloque del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la cámara baja, agregó que a Fernández se le debe también la consolidación de la institucionalidad en República Dominicana y el reconocimiento de este país en el escenario mundial gracias al liderazgo del gobernante en los foros internacionales.
"El presidente logró en sus mandatos tres cuestiones fundamentales: el crecimiento económico, el fortalecimiento institucional y la profesionalización de la administración pública", manifestó el legislador.
Pero una encuesta de la empresa CID Gallup realizada en junio y dada a conocer en julio pasado indicó que Fernández era el presidente peor calificado en América Latina además de su colega hondureño Porfirio Lobo.
"Los dominicanos perciben pobreza, crimen y corrupción que su presidente no ha podido resolver", indicó el sondeo, que reveló que el 63 por ciento de la población reprobó su gestión frente a sólo el 30 por ciento que la aprobó.
"En este último año la imagen del presidente Fernández se ha deteriorado profundamente", dijo Catrain a Xinhua.
"Su intento de reelección violentando la Constitución ha irritado a grandes sectores de la población dominicana, su negativa frente al gran reclamo social de un aumento del 4 por ciento para la educación, los escándalos de corrupción y de vinculación al narcotráfico de figuras cercanas al entorno presidencial... dejarán una imagen del presidente Fernández como uno de los políticos más corruptos", agregó el experto.
Catrain consideró que el actual gobernante intentará postularse nuevamente a la presidencia en 2016, aunque según el experto con menos posibilidades debido que a partir del próximo año surgirán nuevas propuestas políticas que se opondrán a las fuerzas tradicionales.
República Dominicana irá a las urnas el 20 de mayo del 2012 para elegir al sucesor de Fernández. Entre los principales candidatos se encuentran el compañero de partido del gobernante, Danilo Medina, y el ex presidente Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en la oposición.
Una encuesta realizada en mayo pasada también por la firma Gallup indicó que Mejía ganaría las elecciones con el 48,7 por ciento de los votos frente al 40,4 por ciento que conseguiría Medina.
"Más que votar por Mejía, lo que quiere la mayoría de la población dominicana es imponer un voto de castigo al actual gobierno del presidente Fernández", dijo Catrain a Xinhua.
"La democracia es como el mercado que impone sus propias leyes: la gente se suma al candidato que tiene mayores posibilidades para expresar su rechazo frente a un mal gobierno", agregó el analista.
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