ME PREGUNTO ¿por qué nos quisieron aislar? Si ya todos sabían que no evitaba los contagios,

Ahora resulta que nos encontramos con un nuevo discurso de los farsantes, tras la estrambótica intervención de la de Pfizer en el Parlamento Europeo. Resulta que, para justificar que la señora Small, que así se llama la faizeriana, dijera que no se habían hecho ensayos para comprobar que frenaban los contagios, se nos dice que eso ya se había dicho desde siempre, que la vacuna no evitaba los contagios.

Veamos, y si la vacuna no evitaba los contagios, ¿qué sentido tenía aislar a los no vacunados para que no contagiaran? ¿Qué sentido tiene el pasaporte? ¿Por qué se le llama vacuna? ¿La cuestión ha sido, simplemente, inocular el brebaje y facturar, o también matar y perjudicar al máximo número de personas posible?

Es que la cosa genera más preguntas con la excusa que se han inventado, que las propias declaraciones de Small en cuestión. Ahora resulta que nos sale esa gente tan preparada para todo, y sobre todo tan seria de ‘Todo es Mentira’ y pretende darnos lección sobre lo que se había dicho y sobre lo que no.

Pero la cosa es que aquí hay un error de base con respecto a lo que ellos llaman negacionistas: de la vacuna no nos hemos creído nada desde un principio. Ni nos hemos creído su utilidad, ni nos hemos creído su investigación, ni creemos ya a esa parte de la ciencia y expertos que nos la han vendido. Nada de nada.

Y lo que ha declarado la faizeriana en el Parlamento Europeo ya lo sabíamos desde un principio. No nos pilla de sorpresa a ninguno de nosotros. La cosa está en saber qué es lo que está escondido en lo más profundo de todo este asunto de la vacuna. Ojalá fuera solo dinero, pero mucho nos tememos que no es solo eso. Es mucho más y tremendamente oscuro.