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jueves, 6 de octubre de 2022
Estimado Sr. Putin " Cual es la Estrategias de guerra"
Como ocurre en todas las guerras, los ociosos se dedican a especular con las estrategias de los contendientes, dejando en paños menores a Alejandro Magno y Napoleón.
A riesgo de engrosar la lista, me atreveré a hacerle unas sugerencias al Sr. Putin, para el caso de que las necesite.
Le confieso que estoy un poco desconcertado. A tenor de las diatribas que sueltan contra Vd. los políticos de todos los países y colores, da la sensación de que es Vd. el azote de los globalistas, y de que les está hundiendo el chiringuito. O eso quieren que parezca.
Cualquier historiador le puede confirmar que, a lo largo de toda la historia, las guerras las declaran y finalizan, precisamente, quienes no las sufren. Los jerarcas de los países implicados. Esos con los que Vd. discute.
Sin embargo, al planificar la estrategia para lograr la victoria, en lugar de pisarle un callo a ese jerarca, técnica que tiene muchas probabilidades de funcionar, lo habitual es buscar la destrucción de las fuerzas armadas adversarias, o de su infraestructura económica, con la lógica, más bien ilógica, de que ese pueblo o ese ejército, viendo la debacle, obliguen al líder a capitular, para que cese la carnicería.
Lo llamaríamos “presión indirecta”.
La historia real nos demuestra que eso no funciona. Ni la destrucción integral de Alemania (Dresde, Hamburgo, Colonia y un largo etcétera), ni la pulverización de millones de soldados en el frente del este, consiguió que Hitler se rindiese. La razón es muy sencilla. Los muertos no eran de su familia. Y “ellos” lo que quieren es, precisamente, una carnicería.
Probablemente, si Hitler hubiese volado por los aires, como hizo la CIA con Carrero Blanco, la guerra hubiese terminado en dos días.
La estrategia de la presión directa, la demostró Hernán Cortés muy eficaz en México, que primero descabezó a Muteczuma (así lo llama en sus “cartas de relación”), y luego, en la batalla de Otumba, en apabullante inferioridad, derrotó a los aztecas con sólo matar al cacique.
Estamos viendo claramente que esta guerra, aún perdida por Zelenski (no debemos llamar Ucrania a Zelenski), sin embargo se le facilitan ayudas económicas y militares suficientes para prolongarla –que no para ganarla-, en perjuicio tanto de los ucranianos como de los europeos y de los rusos.
Lo mismo que ocurrió en 1936 a 1939, en que Stalin mandó ayuda suficiente a “los suyos” para prolongarla, pero no para ganarla. Y no porque no hubiera podido. Un regalo envenenado.
En suma, Sr. Putin, que si de verdad es Vd. enemigo de los globalistas, no intentará doblegar a Zelenski y a Europa destruyendo estructuras militares y objetivos estratégicos civiles, donde el 99,9 % de los muertos son inocentes. Liquidará a los títeres que sirven a esos bastardos intereses, y descabezado el enemigo, se acabó la guerra.
Porque, al menos en apariencia, dispone Vd. de medios para hacerlo.
En el caso nuestro. Si decide elegir estos blancos, y no otros, le puedo garantizar el agradecimiento y la simpatía de la inmensa mayoría de mis compatriotas.
En caso contrario, si opta por la “vía clásica” de liquidar ciudadanos sin mando en plaza, el karma le pasará factura.
Por favor, no deje de estudiarlo.
Reciba un cordial saludo.
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