En estos momentos de nuestras vidas, hay dos cosas claras: los políticos de todo el mundo están obsesionados con matar (vacunar) a todo el mundo y todos ellos son unos auténticos enfermos mentales. No tienen solución alguna.
Entre los enfermos mentales, hay muchos que destacan. Por un lado, tenemos a Pedro Sánchez en España, a Jacinda Ardern en Nueva Zelanda, Macron en Francia… hay muchos, pero el que más destaca sobre todos ellos, y miren que es difícil, es el estadounidense Jor Biden.
Desde que asumió la presidencia del país, a Biden se le ha ido la pinza continuamente. Va de mal en peor y está claro que debería ser incapacitado puesto que ya no está para estos trotes, mucho menos para ser presidente de los Estados Unidos. Entre sus amigos imaginarios y sus salidas de pata de banco, sus ruedas de prensa se convierten, habitualmente, en auténticos despropósitos en los que se nota a la legua que el tipo está peor que mal de la cabeza.
Pero esto que ha dicho en una de sus ruedas de prensa sobre los huracanes ya clama al cielo, ya que ha afirmado que la mejor forma de protegerse de los huracanes es ¡¡vacunarse!! Pues a lo mejor tiene razón y es para lo único que sirve la vacuna, además de para matar y para enfermar, porque lo que es contra ese virus del que nadie ha sido capaz de demostrar su existencia, nada de nada…
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