Luján fue operado para aliviar la inflamación del cerebro y ahora se espera se recupere por completo, sin embargo, no se ha podido informar sobre cuánto tiempo podría tardar en volver a su trabajo. La oficina de Luján informaba ayer martes de lo sucedido en un comunicado:
“La madrugada del jueves, el senador Luján comenzó a experimentar mareos y fatiga. Se registró en el Hospital Regional Christus St. Vincent en Santa Fe. Luego fue trasladado al Hospital UNM en Albuquerque para una evaluación adicional. Se constató que el senador Luján sufrió un derrame cerebral que le afectó el equilibrio. Como parte de su plan de tratamiento, posteriormente se sometió a una cirugía descompresiva para aliviar la hinchazón”…
Pero como sucede en este tipo de casos últimamente, y mucho más si hablamos de políticos, hay que tirar de hemeroteca y buscar posibles causas de lo sucedido. Y como el tipo es político, tenía que hacer la fotografía de rigor habitual para promocionar las inoculaciones.
“El representante estadounidense Ben Ray Luján, DN.M., recibió la primera dosis de una vacuna contra el COVID-19 este fin de semana. En un comunicado, Luján dijo que recibió la vacuna por consejo de un médico asistente del Congreso y dijo que no hay “nada que temer” acerca de vacunarse”.
Pero en el caso de este senador hay mucho más. En mayo, durante una intervención pública en Las Cruces, Luján decía lo siguiente: “Ponerle vacunas en los brazos a las personas es salvar vidas”, decía Luján. “No es suficiente decir que lo estamos haciendo bien… debemos trabajar para aumentar las tasas de vacunación para derrotar esta pandemia”.
En fin, que Luján, de momento, ha tenido suerte. Pero podría haber sido un nuevo caso de “repentinitis”.
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