Los demócratas de la Cámara, tal como habían pre anunciado sus líderes, presentaron un proyecto de ley el pasado lunes solicitando al vicepresidente Pence que respaldara los movimientos para destituir al presidente Trump utilizando la enmienda 25. Sin embargo los republicanos lograron objetar la medida y rechazaron el intento de destitución presidencial.
En un intento de oportunismo político tras los escándalos en el Capitolio protagonizados por infiltrados de izquierda, varios demócratas tales como la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el Senador Chuck Schumer, comenzaron a anunciar públicamente la semana pasada su intención de destituir al presidente de los Estados Unidos utilizando la enmienda 25. Lo cual hubiese significado un acto completamente inconstitucional.
“Me uno al líder demócrata del Senado para pedirle al vicepresidente que destituya a este presidente invocando de inmediato la Enmienda 25”, dijo Pelosi según Fox News la semana pasada.
Ambos demócratas están acusando, sin juicio previo, al presidente Trump por los acontecimientos caóticos ocurridos durante la jornada del miércoles pasado en el Capitolio cuando ya ha sido demostrado que extremistas de izquierda, disfrazados de seguidores de Trump, ingresaron violentamente al edificio y provocaron el caos.
Nada más carente de argumentos, especialmente teniendo en cuenta que el mayor perjudicado luego de los acontecimientos fue Trump. ¿Cuál sería el motivo para llevarlo a organizar o incentivar semejante desastre?.
Acorde a lo reportado por Neonnetle, los demócratas presentaron el lunes una solicitud para considerar un proyecto de ley que solicita a Pence a movilizar la enmienda 25 a raíz de los disturbios en el Capitolio de la semana pasada, intentando de este modo responsabilizar al presidente Trump de los hechos acontecidos.
Pero el representante republicano Alex Mooney, objetó el proyecto y dio curso al bloqueo del mismo.
Mientras tanto, los representantes demócratas Ted Lieu, David Cicilline y Jamie Raskin redactaron un artículo de acusación, que según trascendió lleva el nombre de “Incitación a la insurrección”, y planean presentarlo esta semana en la Cámara.
Se espera que el debate de la Cámara y una votación sobre el artículo se produzcan el miércoles. El objetivo sería lograr un nuevo juicio político contra el presidente Trump.
La 25ª Enmienda prevé la destitución y sustitución del presidente en caso de que “no pueda cumplir con los poderes y deberes de su cargo”. La enmienda en cuestión habla de “incapacidad”; en ningún lado establece que pueda ser utilizada para destituir al presidente porque no se está de acuerdo con la forma de proceder en determinadas cuestiones y mucho menos porque se considere (infundadamente) que habría hecho algo aberrante como enviar una turba de manifestantes a tomar el Capitolio. Para tales situaciones existe la figura del juicio político que nada tiene que ver con la 25a enmienda.
Según indicó el periodista Gregg Jarrett de Fox News, el senador Birch Bayh, demócrata por Indiana, quien fue el artífice de la enmienda, declaró que la palabra “incapaz” significaba “un deterioro de las facultades del presidente” de tal manera que “no puede tomar ni comunicar sus decisiones en cuanto a su propia competencia para ejecutar los poderes y deberes de su cargo”.
El verdadero motivo para utilizar la enmienda 25 es cuando, por ejemplo, existe algún tipo de accidente y el presidente sufre a causa de esto alguna forma de inconsciencia o parálisis, que lo “imposibilite a tomar o comunicar la decisión de renunciar a los poderes de su cargo”.
Nada de esto sucedió la semana pasada, por lo cual en buena hora el proyecto fue rechazado, aunque preocupa la intención de los demócratas de eliminar al presidente Trump utilizando cualquier argumento por más irracional e inconstitucional que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario