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martes, 10 de noviembre de 2020
HOY SE DICE QUE Los republicanos votan Trump. Trump renueva su presidencia
En estos momentos hay un ejército de estadistas informáticos investigando las cuatro técnicas para detectar fraude electoral, una es la Ley de Benford del primer dígito, la Ley Benford del segundo dígito, el test de Chi Cuadrado y el análisis de frecuencia del último dígito. Además están analizando series de Fourier, y la ley de porcentajes enteros. A la vez, están analizando algo muy obvio, y es a quién está favoreciendo el porcentaje de votos declarados ya inválidos, y su correlación con la pérdida de votos de su contrario. Nada de esto está ofreciendo buenas perspectivas para los demócratas.
La mayoría de los votos emitidos por Biden tienen una extraña coincidencia. Son votos para Biden pero para nadie más. Votaron por Biden pero no por Kamala Harris, ni por ningún congresista o senador. Básicamente votaron solamente una cosa por papeleta. Esto, estadísticamente ha venido ocurriendo una media de un 3% de los votos en todas las elecciones. Este año la media ha sido de más de un 18%.
Los republicanos, con el famoso y carismático exalcalde de Nueva York Rudy Giulliani al frente, están recogiendo miles de pruebas de todo lo anterior, y ya han anunciado una batería de demandas ante las cortes federales y la corte suprema.
Estos son los hechos. Pero ¿cuál es la estrategia?. No bastará simplemente con las demandas, concoer al partido republicano y especialmente a Donald Trump, es saber que van a hacer todo lo que esté legalmente en sus manos para impedir que, en sus palabras “les roben” las elecciones. Y aquí entramos en uno de los escenarios más probables.
Trump va a pedir al Departamento de Justicia una investigación exhaustiva, y éste lo hará, si nos basamos en el precedente del Fiscal General William Barr. Los Estados republicanos bajo la lupa se van a negar a entregar los resultados hasta que la investigación del Fiscal General acabe. Si los demócratas impugnan, acabará en la Corte Suprema. Todo esto, o movimientos similares, está amparado por la Ley.
Llega (y pasa) el 14 de diciembre, y, como no ha habido voto de los estados, la votación pasa a la Cámara de Representantes (recuerden aquello que les conté de los checks de los padres fundadores), donde cada representante tiene un voto. Los republicanos tienen 26, y los demócratas, 23. Quizá 24 si cae uno que está en liza.
Los republicanos votan a Trump. Trump renueva su presidencia.
No estoy diciendo que se vaya a producir exactamente así, pero todo lo que he contado es absolutamente legal y basado en la Constitución. Es uno de los muchos caminos que los republicanos pueden tomar para alcanzar la presidencia. Hay más, como la capacidad de Trump de invocar el Estado de Alarma en base a una posible interferencia de China en el software de recuento (ya hay rumores al respecto) y la colusión de intereses que, basándose en el escándalo de Hunter Biden, la posición de fuerza de Trump con China, y pedir una investigación, de nuevo, del Fiscal, y volvemos otra vez a la casilla de salida.
Todo ello teniendo claro que se están produciendo recuentos en todos los estados, y que es más que probable que en los próximos días se encuentren más pruebas de fraude, lo cual complicaría mucho la causa de Biden.
No pedimos a los medios que sean neutrales, ni siquiera a estas alturas les pedimos que sean prudentes. Ya sólo les pedimos que sean responsables a la hora de informar falsamente sobre un hecho que no se ha producido todavía (la elección de Biden). Al menos, que no mientan. Estas elecciones no han terminado, y como ven, están muy lejos de hacerlo, pero ellos mismos se pusieron el dogal y se ataron a su propia mentira cuando dieron por segura la victoria de los demócratas hace ya más de dos meses.
Hay partido, y el final lo pitará el árbitro, no el comentarista.
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