Ismael Rivera, nació el 5 octubre de 1931 en Santurce, Puerto Rico. Fue el primer hijo del matrimonio compuesto por Margarita Rivera García, ama de casa, y Luis Rivera Esquilíne, carpintero ebanista. A Ismael le siguieron cuatro hermanos: Diego, Laura, Ivelisse y Tommy. De niño se distinguió por un apasionado interés en la música y se las pasaba improvisando con latas y palitos. A temprana edad debió abandonar sus estudios para trabajar como limpiabotas y así contribuir con el sostén del hogar.
A los 16 años se inició como albañil, aunque se la pasaba cantando y tocando en los rumbones que se formaban en la Calle Calma y otros sectores del Santurce Cangrejero, en unión de su amigo y compadre Rafael Cortijo.
La primera vez que se juntaron para tocar Ismael y Cortijo fue en 1948, en el Conjunto Monterrey, dirigido por Monchito Muley, Maelo como conguero y Cortijo como bongocero.
En 1952 debió dejarlo todo para formar parte del ejército de Estados Unidos, pero fue licenciado por su deficiencia en inglés. A su regreso a la Isla, Cortijo le consiguió trabajo con la Orquesta Panamericana de Lito Peña, con quien grabó y pegó los éxitos "El charlatán", "La vieja en camisa" y "La sazón de abuela".
Con "El charlatán" se dio a conocer en todos los rincones de la Isla, y posteriormente consiguió la fama internacional.
En 1954 se integra al grupo de Rafael Cortijo, con quien grabaría 17 discos. Con el Combo de Cortijo fue vocalista de gran cantidad de populares temas como "El bombón de Elena", de don Rafael Cepeda, así como "El negro bembón", "Juan José", "Besitos de coco", "Palo que tú me das", "Quítate de la vía Perico", "Oriza", "El chivo de la campana", "Maquinolandera", "El yoyo", "María Teresa" y "Yo soy del campo", entre otros.
Fue la orquesta fija de la popular "La Taberna India" y reclamada por hoteles de lujo y grandes centros de baile de la época, entre ellos el Palladium Ball Room.
En 1957 formó parte de una tremenda "guerrilla" que tocaba en televisión, que incluía a Rafael Hernández en la guitarra, Luisito Benjamín al piano, Lito Peña en el clarinete e Ismael en las maracas.
Se le llamó sonero mayor, por el productor cubano Ángel Maceda, dueño del club Bronx Casino en Nueva York; lo anterior se basa en una entrevista realizada al mismo Ismael Rivera.
En Nueva York, la colonia latinoamericana escuchaba y bailaba su música porque les recordaba quiénes eran, mientras a los boricuas residentes en la urbe los hacía sentirse de regreso a su patria. Durante esos años la banda alternó con las grandes orquestas que deleitaban a los bailadores en el famoso Palladium Ball Room, entre éstas la de Tito Rodríguez (gran influencia en su música), Tito Puente y Pérez Prado.
En 1959, Ismael participó junto a Cortijo y su Combo en la película "Calipso", una producción italo-francesa dirigida por Franco Rossi, con Harry Belafonte de protagonista.
Al salir de la cárcel, mientras su compadre Cortijo reintegra a varios de sus músicos en su "Bonche", Maelo adelantó música con el percusionista Kako, Tito Puente y su propia orquesta, Los Cachimbos, para tocar lo que realmente quería, lo que le gustaba.
Desde la gran manzana, Maelo y los Cachimbos impactactaron el panorama musical con sus grabaciones "La controversia" y "La soledad", y posteriormente "Mi negrita me espera" y "Dime por qué", dos clásicos de la salsa.
Curiosamente, los salones de salsa en Cali cierran con "Mi negrita me espera", todos la cantan a coro sin bailarla.
Otros éxitos con Los Cachimbos fueron El Jaragual,"San Miguel Arcángel", "La gata montesa", "La manía de tu mujer", "Maña, Maña" "Sala Gente" y el bolero de serenata "Hasta Mañana". Con Kako y su trabuco grabó "Lo último en la avenida". También grabó con la Fania All-Stars cuando sus dueños Jerry Masucci y Johnny Pacheco compraron el sello Tico Alegre y lograron capturar a una serie de músicos rebeldes.
En 1979 fue el artista mejor pagado por esa casa disquera, solo superado por Celia Cruz.
Entre los éxitos con la Fania se destacan la versión de "El Nazareno" con Papo Lucca al piano, y "Cúcala", a dúo con Celia Cruz. La muerte de su compadre Rafael Cortijo el día de su cumpleaños lo afectó, al extremo de perder la voz, pese a que atesoraba la esperanza de recuperarla para cantar en un homenaje que le preparaban los familiares y amigos de Cortijo en el Coliseo Roberto Clemente. Pocos días antes del evento,
El 13 de mayo de 1987 a los 56 años de edad mientras descansaba en su casa en la calle Calma de Villa Palmera, en compañía de su madre y de su hijo, a las 5:33 de la tarde fallece como consecuencia de un infarto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario