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martes, 28 de julio de 2020

CHUPE USTED? La desesperación frente al coronavirus impulsa a los bolivianos a la compra de dudosas curas milagrosas



La crisis sanitaria del coronavirus no da tregua a Bolivia. Desde hace más de un mes, cada día el país andino registra más de 1.000 casos diarios, además de centenas de muertos. Con casi 70.000 contagios en total y una cifra de fallecidos que asciende a más de 2.000 desde que inició la pandemia hace más de cuatro meses, el escenario se torna más oscuro para la nación que figura entre los 10 focos de la covid-19 con más muertes del mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Las personas peregrinan por los hospitales, tanto públicos como privados, en busca de atención en un sistema de salud que se encuentra al borde del colapso.
De acuerdo con un reporte del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), del 1 de abril al 19 de julio se levantaron 3.016 cadáveres sospechosos y confirmados de ser portadores del virus en calles, vehículos y domicilios del territorio nacional. Ante esta situación, como una medida para evitar la saturación y prevenir los focos de contaminación en los centros hospitalarios, los Servicios Departamentales de Salud del país dieron a conocer una lista de suplementos vitamínicos para reforzar el sistema inmunológico y medicamentos que pueden ser utilizados como tratamiento frente al coronavirus en sus distintas etapas. La desesperación de las personas ocasionó compras indiscriminadas que resultaron en acopio de fármacos, lo que ha generado un problema de especulación, ocultamiento y alza de estos productos. “Estamos haciendo todo lo posible para que las importadoras entreguen el medicamento a las farmacias sin tener los intermediarios y fijar los precios tope para no entrar en tema de especulación. Es una labor titánica, pero se está haciendo de a poco”, afirmó René Sahonero, médico y asesor de la cartera de Salud de Bolivia.
María Esther Peña, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, señaló que su país está afectado por el desabastecimiento de productos e insumos mundial y porque países como China, India, Argentina y Chile, los principales proveedores de medicamentos de Bolivia, han restringido la exportación con el fin de no dejar desprovisto su mercado interno. A este escenario hay que incluir el surgimiento de intermediarios de la cadena de suministros, que hicieron que suban los precios en medicamentos. “Más del 20% del total de las ventas que se realizan en Bolivia de fármacos provienen del mercado negro. Aparte, la población ha empezado a comprar por si acaso todos los productos genéricos, que son los más económicos, desabasteciendo a las personas que de verdad lo necesitan. Ahora, el 70% de medicamentos que han quedado en las farmacias son productos importados de laboratorios mucho más caros”, precisa Peña.
Los denominados “kits medicinales contra la covid-19” incluyen fármacos como azitromicina (antibiótico), ivermectina (antiparasitario), ibuprofeno (aspirina) y antifludes (antigripal). Debido al agioataje, cada día surgen en las redes sociales denuncias de sobreprecios de los medicamentos. Una pastilla de azitromicina puede costar entre 23 y 51 bolivianos (de tres y siete dólares, aproximadamente). Incluso se ha hecho público que existen farmacias que comercializan 10 comprimidos de aspirina a 30 bolivianos (un poco más de cuatro dólares), mientras que en Estados Unidos un paquete de 100 cuesta alrededor de 65 bolivianos (un poco más de nueve dólares).

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