Un niño, de un año y cinco meses de edad, murió de hambre en un hecho ocurrido en Cienfuegos, provincia Santiago.
Según una fuente, tanto el hoy fallecido como sus seis hermanos pasan hambre debido a que su padre no han podido laborar en el vertedero de Rafey debido a que le han impedido el acceso.
En los últimos días de vida, al niño lo alimentaban con agua de azúcar.
El infante fue trasladado en varias ocasiones a un centro hospitalario sin obtener ningún resultado. Falleció sin sangre en su cuerpo.
La madre al ser entrevistada dijo que el pequeño se le hinchó y presentaba “bolitas de agua”.
Dijo que no recibió ninguna de las ayudas del gobierno durante la cuarentena.
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