La cotidianidad de la gente parecía haber retornado en el Gran Santo Domingo, a pesar de que el plazo de estado de emergencia que finalizaba ayer, ha sido extendido por otros 17 días debido a los estragos del Covid-19.
El flujo de personas en las calles aumentó significativamente en horas de la mañana. Por ejemplo, transportistas públicos iban repletos de pasajeros, sin pensar en las consecuencias, mientras largas filas se formaban a las afueras de los bancos y compañías de telecomunicaciones. En los mercados y supermercados también había muchedumbres esperando entrar a estos establecimientos en busca de alimentos.
La escasez de comida, la suspensión de sueldos y la propaganda política fueron algunas de las quejas que expusieron residentes de diversos sectores de la capital sobre el manejo del Gobierno ante la pandemia.
Reporteros de este medio recorrieron los sectores Villa Juana, Villas Agrícolas, San Carlos, Sabana Perdida, Ensanche La Fe, Ensanche Quisqueya, Los Praditos y Herrera.
“Este Gobierno lo que está es en politiquería; por aquí no ha pasado ni una cajita de asistencia social”, declaró Samuel Taveras, residente en Villa Juana.
Por su parte, Julio Armada, un vecino de Sabana Pérdida, explicó que trabaja en una empresa de telecomunicaciones que ya le notificó que sería suspendido este mes debido a la situación que afronta el país.
“Yo tengo tres hijos y verdaderamente no sé qué voy hacer para mantenerlos; se supone que el Gobierno iba a ayudarnos, pero no ha llegado nada”, dijo Maikel Hilario, un residente de Herrera. En mercados y supermercados del Gran Santo Domingo también se observaba una gran cantidad de personas esperando entrar a esos establecimientos para comprar alimentos.
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