Sin embargo, en medio de esta pandemia mortal que no muestra signos claros de abatimiento, el presidente dejó en claro que la principal preocupación para Trump es Trump: su propia imagen, su cobertura mediática, sus suplicantes y sus oponentes, tanto reales como imaginarios.
"Todo lo que hicimos estuvo bien", dijo Trump, en una conferencia de prensa a veces hostil de 2 1/2 horas en la que ofreció una versión en vivo de una lista de enemigos, sin criticar y criticando repetidamente a los periodistas que se atrevieron a desafiar su versión de eventos.
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Trump siempre ha tenido un espíritu de yo-yo-yo, una extraña habilidad para insertarse en el centro de casi cualquier situación. Pero la sesión informativa del coronavirus de los lunes, ayer ofreció un retrato particularmente crudo de un presidente que parecía incapaz de comprender la magnitud de la crisis, y dijo poco para abordar el sufrimiento en todo el país para el que fue elegido.En un momento dado, después de elogiarse a sí mismo por implementar restricciones de viaje en China a fines de enero y aferrarse a ser "brutalizado" por la prensa, Trump hizo una pausa para alardear con una media sonrisa: "Pero supongo que estoy bien porque, Que yo sepa, soy el presidente de los Estados Unidos, a pesar de las cosas que se dicen ".
La conferencia de prensa comenzó cuando Trump recurrió a Anthony S. Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas de la nación, y le pidió que "dijera algunas palabras antes de continuar". Con eso, Fauci se levantó y ofreció una disculpa por los comentarios que hizo durante el fin de semana a Jake Tapper de CNN, en la que confirmó que él y otros expertos en salud habían hecho recomendaciones de mitigación a Trump tan pronto como el tercer fin de semana de febrero y dijo que la mitigación anterior "podría haber salvado vidas".
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