Los republicanos universitarios están preocupados, en parte por sus pares demócratas en el campus, pero también por otros jóvenes que se hacen llamar republicanos. Los más moderados de ellos dicen que temen que las "travesuras" de los estudiantes de extrema derecha corrompan al partido. Sus contrapartes argumentan que el partido es demasiado difícil de captar la atención de los votantes indecisos. En California y Washington, los grupos se fracturaron por quién debía guiarlos.
Detrás de los temores de los conservadores universitarios: que el Partido Republicano en su conjunto está en problemas.Para los jóvenes republicanos, abrazar una identidad conservadora mientras se matricula en la universidad es una decisión para ser un extraño. Muchos de ellos dicen que se sienten ostracizados en su campus por sus creencias, lo que fomenta una mentalidad de "nosotros contra ellos".
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Eso podría explicar parcialmente por qué organizan eventos como "ventas de pasteles de acción afirmativa", en los que venden golosinas a diferentes precios en función de la raza de una persona. Este tipo de eventos están destinados a rile comunidades universitarias, y a menudo tienen éxito. Los estudiantes transmiten sus puntos de vista contra la acción afirmativa y generan tanta atención como pueden.
En la Universidad de Washington en mayo pasado, un grupo que se hace llamar Republicanos Universitarios organizó una venta de pasteles. Los conservadores del campus se encontraron a sí mismos el tema de los titulares nacionales, y la organización estatal de republicanos universitarios denunció lo que hizo el grupo. La organización estatal reconoció en su lugar a un grupo diferente: los republicanos del Colegio Husky. El grupo original se negó a hablar con USA HOY a menos que se ofreciera el anonimato a los miembros. Los Miembros dijeron que temían por su seguridad.
Jack Pickett, el vicepresidente occidental del Comité Nacional Republicano Universitario, formó parte de los republicanos universitarios de la Universidad de Washington y también dirigió el grupo estatal. Estuvo involucrado en la decisión de empezar de nuevo.
El capítulo, dijo, cruzó la línea un par de veces, y la venta de pasteles fue la gota que colmó el vaso. Pickett recordó que no era feliz cuando los líderes llevaron a Milo Yiannopoulos, un orador de extrema derecha, al campus en 2017. Fuera de ese evento, un hombre que protestaba fue disparado por alguien que había venido a ver a Yiannopoulos.
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