Aunque con bandera nueva, en vieja y oxidada asta, el monumento a los Héroes del 30 de Mayo, en el malecón de Santo Domingo se cae a pedazos por el evidente deterioro progresivo que presenta en sus estructuras y suelo, al ser olvidado por las instituciones que deben velar por su bienestar, mantenimiento y preservación.
Grandes grietas que dan la impresión de que este obra podría desmoronarse en cualquier momento se pueden observar en la estructura principal, un muro que asemeja una gigantesca lápida mortuoria, que muestra el rostro de una persona tapado con una venda y una boca abierta que no se sabe si habla, llora o grita.
Además el recubrimiento de trozos de cerámicas negras que posee la misma estructura se ha caído en muchos lugares y se encuentran esparcidos en el suelo, como piezas de un rompecabezas de una parte de la historia sangrienta del fin de una era que nadie quiere recomponer.
El piso al igual que el pequeño muro que lo bordea, hecho en piedras, incrustadas en concreto se encuentra deteriorado. Se pueden ver señas de que cuando llueve el agua se aposa en algunos lugares y dura varios días hasta que el sol y el tiempo la puedan secar. A pesar de que la acera está en buen estado la escalinata de piedra para acceder al monumento ya no existe.
Cartones tirados en la parte trasera de la figura principal y un fuerte olor a orina, dan testimonio de que indigentes duermen en la base del monumento principal y de que muchos los viajeros que pasan por ahí y sienten la necesidad de orinar lo hacen sin ningún miramiento en cualquier lugar donde puedan ocultar su falta de civismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario