La sentencia dictada el pasado miércoles por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia que convierte a Javier Sánchez Santos en hijo de Julio Iglesias ha modificado sustancialmente el futuro reparto de la fortuna del cantante labrada en sus más de 50 años de carrera.
A sus 75 años de edad, el cantante español más internacional posee un patrimonio neto de 790 millones de euros, lo que le sitúa en el puesto 69 de la lista de los 200 más ricos de España, 12 por debajo del lugar que ocupaba el pasado año, ya que su fortuna se habría visto reducida en un 12%.
Hasta el pasado miércoles, una parte ese patrimonio (el 33% de la masa hereditaria es lo que marca la ley) iba ser repartido en un futuro entre los ocho hijos reconocidos del artista. Los tres que tuvo entre 1971 y 1975 en su matrimonio con Isabel Preysler: Chábeli (48), Julio José (46) y Enrique (44); y los cinco fruto de su relación con Miranda Rijnsburger: Miguel (21), Rodrigo (19), las gemelas Victoria y Cristina (18) y Guillermo (12).
Se trata de una fortuna estimada organizada en sociedades, grupos de inversión, propiedades y un entramado de empresas que llegaron a aparecen en la investigación de los Papeles del paraíso.
Entre sus inversiones, a finales de los 90, Iglesias, empujado por su gran amigo Oscar de la Renta, entro en el Grupo Punta Cana un negocio inmobiliario que, a través de Punta Cana Resort, posee varias urbanizaciones, campos de golf y hoteles en República Dominicana, además del aeropuerto internacional de Punta Cana. Además, el intérprete de Soy un truhán, soy un señor se hizo con parte de los terrenos para construir una impresionante vivienda donde pasa algunos meses al año.
También posee una casa en Indian Creek, Miami, su "lugar favorito en el mundo", dijo a Wall Street Journal, y una finca en Ojén, Málaga, de 450 hectáreas que, según contó un colaborador de Iglesias a LOC, está a nombre de Miranda, su esposa.
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