El presidente Trump anunció ayer jueves nuevas sanciones financieras dirigidas a Corea del Norte, ya que su administración busca fortalecer el apoyo internacional para enfrentarse de manera más agresiva a la nación malintencionada, cuyas capacidades nucleares y de misiles balísticos han alcanzado lo que los funcionarios estadounidenses consideran un punto de crisis.
Las nuevas sanciones buscan aprovechar la dominación del sistema financiero estadounidense forzando a las naciones, compañías extranjeras e individuos a elegir si hacer negocios con Estados Unidos o la comparativamente pequeña economía de Corea del Norte. Los funcionarios estadounidenses reconocieron que, al igual que otras sanciones, éstas no pueden disuadir al dirigente norteamericano Kim Jong Un de amenazar a Estados Unidos con un arma nuclear, pero su objetivo es frenarlo.
Kim reaccionó con enojo a las declaraciones y acciones de Trump esta semana, llamando al presidente un "dotardo" mentalmente desquiciado y el discurso anterior de Trump en el "disparate sin precedentes sin parangón" de U. Kim dijo que ahora estaba pensando en cómo responder.
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